De acuerdo con la Federación Latinoamericana de Periodistas, un total de 39 periodistas, fotógrafos y comunicadores fueron asesinados durante 2016 en siete países de América Latina y el Caribe.
Las amenazas judiciales, que aumentaron en Bolivia, y la violencia extrema contra los periodistas en países como México coartan la libertad de prensa en Latinoamérica, según el informe anual de la organización Freedom House publicado este viernes.
Bolivia fue uno de los países del mundo donde más retrocedió la libertad de prensa en 2016, con cuatro puntos menos en el índice de este organismo, junto a naciones como Polonia, Serbia y Turquía.
En el país suramericano hubo "severos reveses a la libertad de prensa", que se sumaron al "gradual deterioro de la pasada década", debido a que el Gobierno "amenazó con perseguir judicialmente a periodistas críticos".
El informe señaló que el presidente boliviano, Evo Morales, "pareció especialmente irritado por el triunfo del 'no' en el referendo que le habría permitido presentarse para otro mandato en 2019, un resultado del que culpó a la prensa".
Por otro lado, en Latinoamérica continúa "el patrón de extrema violencia contra periodistas" en naciones como Brasil, Colombia, Honduras y México, que siguen estando entre los lugares del mundo más peligrosos para la profesión.
Estos países enfrentan "desafíos" a la hora de investigar y llevar ante la justicia dichos crímenes, apuntó el estudio. Los asesinatos de periodistas en México siguen aumentado, sobre todo entre reporteros que cubren los abusos policiales, el tráfico de drogas y la corrupción gubernamental.
En El Salvador, donde tradicionalmente ha habido menos violencia contra los periodistas pese a su alto índice global de homicidios, la intimidación a los medios se ha incrementado.
En Brasil se han presentado casi 50 demandas contra cinco periodistas que han trabajado en artículos que revelan ganancias sospechosas de miembros del sistema judicial del estado de Paraná.
En Venezuela, el "colapso general de la economía y el crimen desenfrenado" afectaron a los medios de varias formas, incluidos el robo armado, la escasez crónica de papel de periódico y dificultades financieras básicas.
Aunque Cuba sigue siendo uno de los diez países del mundo con menos libertad de prensa, en 2016 emergieron nuevos medios digitales y otros más establecidos ampliaron su alcance. Pero como respuesta, el Gobierno incrementó los arrestos y la intimidación a los periodistas críticos, requisando su material de trabajo y prohibiéndoles a algunos viajar a conferencias y formación. No obstante, las autoridades "no pudieron evitar" la mejora del alcance y la calidad de la información disponible en la isla.
Sobre Ecuador, que sigue siendo uno de los países "menos libres" para la prensa en el mundo, el informe apuntó a una posible mayor independencia editorial si cambiaba el signo del Gobierno en las elecciones, pero el ganador fue el oficialista Lenin Moreno, el sucesor elegido por el presidente Rafael Correa.