En el marco de la visita del Obispo de Roma a Chile, desconocidos accionaron artefactos explosivos en cuatro iglesias católicas en la capital de este país.
Desconocidos atacaron en la madrugada de este viernes, con bombas incendiarias o explosivas, cuatro iglesias en Santiago de Chile en rechazo a la visita que hará a ese país desde el próximo lunes el papa Francisco, a quien los autores de los atentados amenazaron expresamente, según informaron las autoridades.
"Papa Francisco, las próximas bombas serán en tu sotana", decía un panfleto encontrado junto a una de las iglesias atacadas en el municipio de Estación Central.
"10.000 millones por el papa y los pobres nos morimos en las poblaciones", señalaba en tanto un escrito en la muralla del santuario Cristo Pobre”, donde la policía pudo neutralizar un bidón aparentemente lleno de combustible dejado en el lugar por sujetos no identificados.
Además de los ataques a las iglesias, miembros de Andha Chile, movimiento que agrupa a deudores habitacionales, protestaron en la Nunciatura Apostólica, en el sector de Providencia, donde el papa Francisco se alojará mientras esté en Santiago durante su visita a Chile, que se extenderá del 15 al 18 de enero e incluye las ciudades de Temuco e Iquique.
"Andha Chile comienza agenda de lucha funando (escrachando) sede Nunciatura Apostólica. El problema no es la fe sino los millones que gastan", afirmó la líder de la agrupación, Roxana Miranda, excandidata a la presidencia de Chile en 2013.
El presupuesto para la visita del pontífice a Chile, según el sitio web de la organización oficial, es de aproximadamente 4.000 millones de pesos (unos seis millones de dólares), mientras se ha dicho extraoficialmente que el Estado gastará otros 7.000 millones de pesos (unos once millones de dólares) en seguridad, transporte y logística, entre otros gastos.
En Concepción, a 515 kilómetros al sur de Santiago, desconocidos apedrearon y lanzaron pintura contra la sede de la Dirección del Trabajo, donde también desplegaron un lienzo alusivo a la causa mapuche y de rechazo a la visita del papa.
El hecho se lo adjudicó el Movimiento Juvenil Lautaro (MJL), un grupo de ultraizquierda que trató de persistir en acciones armadas tras el término de la dictadura de Augusto Pinochet y fue desarticulado a principios de los años 90.
Tras una reunión de coordinación sobre la visita papal en La Moneda, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, declaró que el deber del Estado es garantizar la tranquilidad a los habitantes de las ciudades que visitará el papa.
Explicó que en la cita se revisaron las medidas para garantizar las condiciones de seguridad, orden público y sanitario en las ciudades en las que el papa encabezará eventos masivos.
"Quiero invitarlos a que vivamos esta visita en un clima de respeto, de solidaridad y de alegría entre nosotros y también lo hagamos entre quienes nos visiten desde otros países", ultimó la jefe de Estado.