A eso de las 3:30 p.m. de este martes, y bajo las más estrictas medidas de seguridad, fue trasladado a Bogotá el presunto líder de la estructura criminal los chatas y uno de los supuestos cabecillas de la oficina, Juan Carlos Mesa Vallejo, alias tom o carlos chata.

Fuertemente custodiado, alias tom abordó un avión que lo llevó desde el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín hasta el aeródromo del Comando Aéreo de Transporte Militar, Catam, ubicado en las afueras de Bogotá.

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“En la cárcel de Itagüí puede seguir delinquiendo, por eso no es bueno dejarlo allí; así disminuimos el riesgo”, dijo al respecto el general Óscar Gómez, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.

La Fiscalía señaló que, sin embargo, el proceso judicial contra alias tom seguirá en Medellín por medio de audiencias virtuales.

Alias carlos chata fue capturado el pasado 9 de diciembre en una finca hotel del municipio de El Peñol, en el Oriente antioqueño, minutos después de culminar la fiesta con la que celebró su cumpleaños número 50. En el lugar fueron capturadas nueve personas, tres de las cuales fueron presentadas ante un juez de control de garantías ´-pues portaban armas de fuego sin el respectivo permiso legal-, quien les dictó medida de aseguramiento en la cárcel de máxima seguridad de Itagüí, entre ellas, alias tom.

En las audiencias preliminares, la Fiscalía le imputó los delitos de concierto para delinquir agravado, porte ilegal de armas de fuego y falsedad en documento público. Empero alias toma no se allanó a los cargos.

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En la finca en la que fue capturado por agentes de la Dijín de la Policía y funcionarios del CTI de la Fiscalía, también se encontraba John Jairo Velásquez Vásquez, alias popeye, exhombre de confianza de Pablo Escobar, a quien un juez de Boyacá dejó en libertad condicional después de estar en la cárcel por 23 años y tres meses. La Fiscalía General radicó una solicitud de revocatoria de libertad para él, pues considera que alias popeye habría incumplido los compromisos adquiridos en el momento de firmar el acta de libertad condicional, al “acompañar y compartir con un señalado narcotraficante” por quien la justicia de Estados Unidos ofrecía una recompensa de hasta 2.000.000 de dólares y contra quien pesaba una orden de captura.