La tecnología avanza pero ese no es el problema fundamental de las empresas del sector textil, sino factores macroeconómicos coyunturales como el contrabando, la informalidad y la baja en el consumo, entre otros.
El bajo nivel en la actividad económica del país, el aumento de las prácticas ilegales de comercialización y la informalidad generaron un debilitamiento en el sector textil y confección colombiano, sumado al flagelo del contrabando técnico que ha crecido en más de un 50% y ha permitido el ingreso de prendas o insumos a mitad de precio desde otros países, en su mayoría asiáticos, los cuales impactan sustancialmente la industria nacional, a pesar de los esfuerzos del Gobierno por contener esto.
Para el presidente de Raddar, Camilo Herrera Mora, este año será difícil y tendrá un crecimiento económico similar al del año pasado, recordando que otro factor fundamental que hay que tener en cuenta ha sido el freno del consumo en los hogares.
Estas situaciones han puesto en alerta a la industria textil-confección, que según la Cámara Colombiana de la Confección y Afines (Ccca) presume una pérdida de 50.000 empleos directos y un detrimento de $5 billones por el contrabando. Asimismo, denuncia el desmonte de los aranceles mixtos, lo que considera que ocasionó el aumento de la competencia desleal. De acuerdo a la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), la subfacturación aumentó un 124% en textiles importados durante 2016.
La decisión anunciada el fin de semana pasado por Fabricato, de la suspensión durante quince días de sus operaciones en la planta de producción, medida administrativa que fue tomada para mantener el flujo de caja, es un primer síntoma de los efectos de la situación actual en esa industria.
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El caso de Fabricato es distinto al de Protela, que según este gremio, durante el primer trimestre despidió a más de 650 empleados. De otro lado Coloreto, por su difícil situación financiera, entró en la Ley 1116, que significa entrar a un proceso de reorganización. Vale aclarar que los empleados de Fabricato, durante la suspensión de operaciones, entrarán en una licencia remunerada.
Las cifras de la Encuesta Mensual Manufacturera de junio, del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), no fueron muy halagadoras. Las ventas en hilatura, tejeduría y acabado de productos textiles cayeron un 8,8% y las de confección de prendas de vestir un 5,3%. Pese al complejo panorama del semestre, la situación aún no ha logrado impactar a la totalidad de las empresas del sector, como fue el caso de Didetexco, dueña de la marca Arkitect, según la directora de la Cámara de Algodón, Fibras, Textil y Confecciones de la Andi, Juliana Calad Castaño.
Antecedentes
Diego Rengifo García, vicepresidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), expuso que la problemática fundamental a la que se ha enfrentado el sector textil-confección en Colombia ha sido la competencia desleal por mercancía proveniente de otras latitudes, fundamentalmente del continente asiático.
Para evitar este flagelo, el Gobierno ha planteado medidas como “aranceles, control aduanero y defensa comercial o anti dumping”, señaló, explicando que estas iniciativas se aplican cuando ingresan productos con precios inferiores que los que se encuentran en el mercado nacional.
El exgerente de Industrial del vestido en Don Matías, Álvaro Rendón Gutiérrez, dijo que en esta situación de competencia desleal en la capital antioqueña han tenido relación algunos importadores de El Hueco, en el centro de Medellín.
Aunque para el presidente de Fabricato, Carlos Alberto De Jesús, la competencia en el ámbito mundial es bienvenida e hizo un llamado a entender que el mundo es globalizado, también señaló que “lo que sí es muy dañino es la competencia desleal”.
Estas prácticas, según el empresario textil y vicepresidente de la Ccca, Enrique Gómez Giraldo, se incrementaron cuando el Gobierno desmontó los aranceles mixtos que, en su concepto, “fue la medida que permitió que se revirtiera ese volumen de contrabando técnico tan alto que tenía el sector en su momento, pero Panamá presionó amenazando a Colombia con medidas de retorsión y el Ejecutivo cedió ante ese país y las grandes superficies”.
El empresario del sector textil y miembro de la Junta directiva de la Cámara Colombiana de la Confección, Jorge Duque Zapata, explicó que las importaciones que se han estado haciendo bajo las normativas de noviembre del año pasado, que son el Decreto 1744, que modifica parcialmente el arancel de aduanas, y el Decreto 1745, que establece medidas para la prevención y el control del fraude aduanero en las importaciones de confecciones y calzado, fueron la oportunidad “de hacer contrabando técnico”, en cierta medida por la reducción de los umbrales a unos valores bajos, lo que relegó al sector, específicamente a los productores nacionales.
Para el gremio “la reducción en los aranceles para los importadores hace que al momento de entrar a competir, comparen el valor del producto del importado con el nacional y si el confeccionista no se acomoda a las nuevas exigencias, las órdenes se van para el extranjero”.
El contrabando técnico es lo que se conoce “cuando se paga mucho menos de lo que por Ley corresponde. Es decir, cuando se deben pagar derechos o impuestos a una tasa de un arancel del 10% o 15% y un Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 19%, pero que en realidad pagó un IVA del 5% o mucho menos de la tarifa”, comentó el vicepresidente de Analdex. Esto se diferencia del contrabando abierto en que este ocurre cuando la mercancía no tiene ningún documento que soporte la importación, lo que significa que no se paga ningún tipo de arancel, ni de IVA.
El presidente de Fabricato expuso que han evidenciado importaciones de un metro de tela a 80 centavos de dólar por kilo y de esta tela la materia prima cuesta US$1.50: “Si la tela terminada llega a 80 centavos de dólar, eso no tiene nada que ver con competitividad sino con una burla del sistema y un engaño para generar una competencia desleal”.
¿Por qué es importante la industria textil-confección?
Los sectores productivos en Medellín han sido apoyados desde la triada Gobierno-Empresa-Academia y, ante esta situación coyuntural, el alcalde Federico Gutiérrez Zuluaga reafirmó su apoyo al sector textil de cara a los grandes retos que implica el mercado. “Entendemos la necesidad de trabajar más con el sector y el clúster con el fin de generar empleos dignos y sostenibles”, dijo.
Enfatizó en que, históricamente, Medellín ha demostrado un liderazgo en la producción de la industria textil-confección y moda de Colombia obteniendo el 45,5% del total nacional, “incluso doce puntos por encima de Bogotá, es decir que la mitad de la industria textil del país está en Medellín”. Resaltó que la inversión del sector de enero a junio de este año fue cercana a $27.000 millones, mientras que para el año pasado fue de $18.268 millones.
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El burgomaestre también dijo que de las 500 empresas más grandes de Antioquia, quince hacen parte de este sector, las cuales mostraron un crecimiento del 12% en 2016, representando el 27,9% del empleo industrial del departamento.
Luz Mercedes Mejía López, directora del clúster Textil/Confección Diseño y Moda, señaló que 14.920 empresas de Antioquia y 10.140 empresas de Medellín conforman esta cadena y reconoció que no desconocen que ha sido un año poco fácil y que el contrabando está golpeando.
Sin embargo, rechaza que se malinterprete y se diga que el sector está en crisis y que las empresas van a cerrarse. “Le apostamos a la generación de empleo y a alcanzar nuevos mercados. Generamos el 30,6% de los empleos de Antioquia, representamos el 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB) departamental y en el sector generamos 109.000 empleos”, describió y añadió que las coyunturas que se presentan en las empresas se dan en todos los sectores de la economía.
Por su parte, Lina Vélez de Nicholls, presidente de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, resaltó que a pesar de los retos que tienen, que son enfrentar el contrabando y la informalidad, “en el 2016 se invirtieron $21.000 millones y se liquidaron 68 empresas, por $7.000 millones”, según los indicadores de Investigaciones Económicas de esta entidad.
En lo corrido de este semestre se han hecho inversiones netas de $17.000 millones, y se han liquidado 36 empresas, “ese tema de liquidación es casi que histórico y se mueve muy poco, no tiene porqué alarmarnos. Es un movimiento normal de una actividad”. Además, señaló que en el sector textil-confección se evidencia una disminución en las empresas textileras, mientras que en las de confecciones se nota un crecimiento positivo, “gracias a los esfuerzos que se han hecho en formalización”, mediante programas como Crecer es Posible.
Ante los problemas, alternativas
Diego Rengifo García, vicepresidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), señaló que sí se han tomado medidas de orden legal por parte del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT), aunque considera que debería haber mayor gestión por parte de las autoridades de control.
“No es que no se hagan sino que estas autoridades tienen la facultad para atacar el fenómeno del contrabando. La Ley anticontrabando penalizó de la manera más severa estos efectos que distorsionan el comercio formal. Estas medidas legales son importantes pero debería haber unas complementarias”, opinó. Desde su entrada en vigencia en 2015, la Ley Anticontrabando ha permitido 95.359 aprehensiones que superan los $601.000 millones.
Según informó la cartera de Comercio, después de casi un mes de trabajo entre el Gobierno y los empresarios del sector textil-confección, acordaron la expedición de un decreto de control aduanero específico para los productos de la cadena textil.
“Los decretos que hoy existen y que se han mencionado operan para el sector de las confecciones. El de textiles no cuenta con esta medida, razón por la cual el Gobierno ha venido trabajando conjuntamente con los textileros para mirar herramientas que nos permitan ayudar también a ese sector a hacer un control aduanero”, manifestó la ministra saliente de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture Pinedo.
De igual forma, en reunión sostenida el pasado lunes, se definió que en el decreto que se trabajará con la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (Dian), a los textiles se les establecerán un umbral de precios para la importación con el propósito de que los que ingresen por debajo de ese umbral, deberán ser sometidos al control de las autoridades aduaneras.
Por su parte, para el sector de las confecciones, teniendo en cuenta que actualmente lo rige el decreto actual, trabajan con el objetivo de complementar los controles aduaneros que se tienen, introduciendo una variable adicional de peso por prenda.
Desde hace cerca de un mes, el MinCIT se ancló con los empresarios de las confecciones para establecer un reglamento técnico fijo de marquillas para definir las reglas claras de juego para las diferentes prendas de vestir, que se determinará a través de una resolución.
En ese sentido, para Juliana Calad Castaño, directora de la Cámara de Algodón, Fibras, Textil y Confecciones de la Andi, el anuncio de un decreto que ayude a controlar la subfacturación y el contrabando para fibras, hilados y telas “es una gran noticia en este momento, ya que definitivamente el mayor problema al que hemos tenido que enfrentarnos en los últimos años ha sido el contrabando y la subfacturación”, proyectando que esta medida podría repercutir favorablemente en el segundo semestre, ya que la competencia desleal disminuiría.
Enrique Gómez Giraldo recomendó al Gobierno, como medida efectiva, incrementar los aranceles a un 40% en la importación de prendas, lo que para su concepto evitaría la competencia desleal.
Juan Carlos Arcila, gerente comercial de Hermeco, señaló que, como empresarios, tienen una responsabilidad en ser más innovadores, creativos, eficientes y humanos. Aunque también consideran que el Gobierno tiene una responsabilidad en cuanto al control de contrabando, el traslado de las tasas de interés al sector industrial y comercial y la revisión del IVA.
Otro punto que los empresarios textileros dejaron en el tintero fue el costo de la energía, que es fundamental para este tipo de negocios. Carlos Aristizábal, gerente general de Artextil, argumentó que alguna medida se podría tomar para aliviar las cargas impositivas que desincentivan la creación de empresas. “La energía de Medellín está valiendo 11 centavos de dólar por kilovatio, cuando en Perú está a 0.7 o en Estados Unidos a 0.6”.
Guillermo Botero Nieto, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) hizo un llamado al sector para que se enfoque en generar diseños novedosos, que para su concepto, “es una industria que necesita un grado de protección pero no a ultranza”.
Conflicto entre Colombia y Panamá
El conflicto arancelario entre Colombia y Panamá inició en 2012, cuando el país empezó a aplicar aranceles (impuestos) del 10% a los calzados y textiles y un cargo de US$5 por cada contenedor procedente de la panameña Zona Libre de Colón (ZLC), teniendo en cuenta que este país acudió a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Diego Rengifo García, vicepresidente de Analdex, recuerda que Colombia le ha solicitado a Panamá, por efectos de colaboración, información para determinar los tipos de operaciones. Esa medida como precaución debido a que mercancía proveniente de esta ciudad, no necesariamente fabricada, en algunos casos podría ser subfacturada o denominarse dentro del marco de comercio ilegal, “entonces para poder identificar ese tipo de operaciones que son anormales, se necesita de información para identificar cuáles son las que se ajustan al comercio legal y cuáles no”, indicó.
Sector textil-confección en Antioquia
Empleos generados por este rubro: 99.700
Empresas: 10.160 en Medellín
Resto de Antioquia: 14.920
En total la industria manufacturera en Antioquia emplea 357.000 personas. De esta cantidad, un 28% hace parte industria textil-confección y un 30% de la base empresarial manufacturera.
¿Cuánto han invertido las sociedades de textil-confección?
2016:
376 empresas de textil y confección invirtieron $21.867 millones.
68 empresas se liquidaron con un total de activos de $7.627 millones.
Se resalta una inversión neta en sociedades de $14.240 millones.
Según tamaño:
1. Inversión neta en sociedades de textil-confección
(Millones de pesos)
Micro: 8.356,3
Pequeña: 6.226,8
Mediana: -342,7
Según actividad:
2. Inversión neta en sociedades
(Millones de pesos)
Confección de prendas de vestir: 16.030,64
Fabricación de productos textiles: 1.790,24
3. Exportaciones de Antioquia en textiles y confecciones
(Acumulado de enero a junio)
Expresado en millones de dólares
2017:
Materiales textiles: 41,5
Confecciones: 119,3
2016:
Materiales textiles: 35,7
Confecciones: 125,1
2015:
Materiales textiles: 50,0
Confecciones: 170,5
2014:
Materiales textiles: 49,9
Confecciones: 162,3
2013:
Materiales textiles: 55,3
Confecciones: 188,6
Exportaciones de confecciones (según tamaño de empresa)
(Enero-junio)
En las grandes empresas cayeron las exportaciones de 2017 de enero a junio con relación al 2016 un 5,6%. En las MiPyme cayeron las exportaciones en el mismo período un 9,3%.
Exportaciones de textiles (tamaño de empresa)
(Enero-junio)
En las grandes empresas aumentaron las exportaciones de enero a junio con relación al 2016 un 23,7%. En las MiPyme cayeron las exportaciones en el mismo período un 6,3%.