La casilla 48 del ranking ATP en julio de 2012, haber vencido a algunos de los mejores del mundo, defender los colores de Colombia en la Copa Davis y sobre todo, haber puesto contra las cuerdas a Roger Federer, la leyenda vigente del tenis orbital, son las mayores satisfacciones que le quedan al vallecaucano Alejandro Falla, quien en enero pasado dijo adiós a 17 años de carrera deportiva en la alta competencia, hastiado de las inoportunas lesiones, que lo acompañaron constantemente en el tramo final de su trayectoria.

Con 34 años, Falla ha pasado más de la mitad de su vida dentro de las canchas. Ahora quiere tomarse un breve receso para disfrutar de su familia, esperar el nacimiento de su segundo hijo, Jerónimo, quien llegará a este mundo aproximadamente dentro de un mes y luego analizará detalladamente hacia dónde encaminará su vida de acá en más.

“Hoy no lo sé. De momento estoy recuperando tiempo con mi esposa y mis hijos, fueron muchos años de concentraciones, viajes, entrenamientos, torneos… la vida de un tenista es muy dinámica, hoy estás en un lugar del mundo, mañana en otro y se te pasa el tiempo muy rápido", argumentó.

Lo que sí tiene claro es que seguirá ligado de alguna forma al deporte blanco, su pasión desde los 5 años de edad, cuando agarró por primera vez una raqueta. “Me llama la atención la parte de la formación de nuevos talentos, enseñar y brindarle a los jóvenes la experiencia que tengo de tantos años”.

Las lesiones se ensañaron con el caleño. Una tras otra, al punto que decidió ponerle punto final a su carrera. No era el momento ni la forma en la que hubiese querido, pero siente que fue lo mejor que pudo hacer: “Desde hace más o menos un año empezó a rondar la idea del retiro. Ya venía de dos años de lesiones recurrentes, varios desgarros musculares y cuando me recuperaba y arrancaba aparecía una nueva lesión y esa intermitencia de no poder sentirme competitivo fue frustrante. Físicamente me costaba mucho recuperarme y ponerme en forma, adicionalmente ya no entraba a los torneos que me motivaban y por eso tomé la decisión de decir adiós”, dijo el deportista retirado, quien está radicado en Medellín desde hace varios años.

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Inolvidable actuación
En mayo de 2010, Falla vivió una jornada épica, que por poco y se convierte en el mayor hito de su vida. El sorteo realizado días atrás determinó que su rival en la primera ronda de Wimbledon sería Roger Federer, campeón defensor y en ese momento poseedor de siete títulos de este Grand Slam, el único de los cuatro que se juega en hierba.

El colombiano sorprendió al mundo entero al ganarle al gigante suizo los dos primeros sets (7-5 y 6-4), pero no pudo mantener la ventaja y terminó cediendo el partido en los tres sets restantes, por 6-4, 7-6 y 6-0.

“Fue algo increíble, una experiencia inolvidable. A pesar de haber perdido ese juego marcó mi carrera positivamente y a partir de ese momento tuve mis mejores resultados y viví mis mejores años. Tenerlo al frente es algo impresionante, uno después se concentra en el partido y entrega todo para ganar, pero jugar ante Federer es algo maravilloso. También me enfrenté con él en la Final del torneo de Halle (2014) y me ganó por doble 7-6”, dijo el extenista nacional, primer colombiano en disputar una final de un torneo sobre césped.

También se dio el gusto de vencer a ilustres como el argentino Juan Martín del Potro, el estadounidense John Isner, el australiano Lleyton Hewitt y el ruso Nikolai Davydenko, entre otros.

“De los grandes únicamente me faltó jugar ante Rafael Nadal y Novak Djokovic. Tuve un match point ante Tomas Berdych y con Andy Murray jugué dos o tres veces. Grandes recuerdos que me quedarán para siempre”, aseguró Alejo, cuyo mejor ranking ATP fue 48, en julio de 2012.

Hermandad tenística
Falla reconoce como amigos en el deporte a todos los tenistas colombianos de su generación: “Santiago Giraldo, Alejandro González, Carlos Salamanca, Juan Sebastián Cabal… son como hermanos para mí, vivimos muchas cosas juntos y aunque ya no nos vemos seguido el sentimiento siempre está presente”.

Cabal, en compañía de Robert Farah, son hoy por hoy los mejores exponentes del tenis colombiano. La pareja de dobles sobresale en los grandes torneos del calendario ATP, enfrentando a los mejores del mundo. Falla ha compartido con ellos desde su juventud y se deshizo en elogios hacia ambos: “Estoy muy contento por lo que están logrando, merecen todo, han luchado mucho, incluso pelear contra lesiones bravas, Cabal tuvo una lesión de rodilla que por poco lo obliga a retirarse. Esperamos que por fin este sea el año en el que puedan jugar el Masters de Londres, ojalá se les cumpla ese sueño porque han luchado fuertemente para eso”.

Consultado sobre el recambio generacional, si realmente viene una buena camada de jugadores, Falla reconoció que “no lo veo muy claro, hay un par de jugadores que pueden reemplazar a Falla, a Giraldo y a González, que son Daniel Galán y Nicolás Mejía. Van por buen camino pero más allá de ellos no se visualiza un panorama muy claro para el recambio. En femenino veo a María Camila Osorio, Emiliana Arango y algunas jugadoras más, pero en masculino va a ser más demorado”.

Alejandro Falla cerró su capítulo como deportista de alto rendimiento. ¿Y cuál es el legado que cree que dejó? Al respecto respondió: “Haber abierto un camino en Colombia. Después de Mauricio Hadad, Miguel Tobón y esa generación de tenistas, pasaron diez años para que un jugador nacional volviera a disputar un Grand Slam, estar en el top-100 del ranking, me tocó abrir camino solo. Después llegaron Santiago Giraldo, Alejandro González y otros jugadores. Ellos mismos y mucha gente me reconocen ese camino y me siento muy satisfecho por ello”.