Con base en un estudio técnico, el alcalde Andrés Julián Rendón Cardona, anunció que el Hospital San Juan de Dios absorverá la operación del Gilberto Mejía Mejía.
Andrés Julián Rendón Cardona, alcalde de Rionegro, decidió mediante decreto municipal y por facultades que le otorgó en meses pasados el Concejo de este municipio del Oriente antioqueño, liquidar el Hospital Gilberto Mejía Mejía y a la vez nombrar Liquidador. La decisión, según el mandatario, se basó en un estudio realizado por la empresa Asesorías y soluciones integrales, la cual con base en la constante crisis financiera dio cuatro alternativas de solución.
Estas consitían en liquidar el hospital Gilberto Mejía Mejía (que ha tenido grandes problemas financierons por cinco años consecutivos), liquidar los dos hospitales (San Juan de Dios y Gilberto Mehía Mejía), la absorción del hospital San Juan de Dios al Gilberto Mejía Mejía y dejar los hospitales como estaban funcionando hasta ahora.
Rendón Cardona justificó su decisión como la más acorde a la situación financiera, enfatizando que: “les aseguro que no vamos a hacer algo que perjudique a los ciudadanos; por el contrario, esta decisión la tomaremos en rigor y para el beneficio de todos”.
Por su parte, la comunidad médica no se encuentra muy conforme con la decisión de suprimir este hospital que lleva una trayectoría de más de 20 años, cuenta con 100 empleados y atiende a una población de entre 8.000 y 9.000 pacientes del régimen subsidiado, así como población del contributivo, según informó la Veeduría en salud de este municipio.
"Se van a ver muy afectadas todas estas poblaciones más humildes, por la toma de estas decisiones del Gobierno. Nosotros no estamos en contra del fortalecimiento que se le pueda hacer a las instituciones como comunidad, estamos en contra de la decisión porque sabemos que estas intituciones prestan un servicio social y que su rentabilidad es social, más no financiera. Nosotros tenemos que defender las empresas sociales del Estado, el patrimonio de los rionegreros", expresó Diana García, vocera de la red de veedurías por la salud de Rionegro.
La Asociación Médica de Antioquia, Asmedas, consideró que el Alcalde escogió "la opción más radical y cruenta de las presentadas por el cuestionado y demandado estudio técnico, cuyo costo fue de $300 millones".
“Otra opción, menos traumática y perjudicial para los trabajadores, hubiera sido la fusión por absorción al Hospital San Juan de Dios, el cual seguiría prestando los servicios de segundo y tercer nivel, mientras que el Gilberto Mejía seguiría atendiendo el primer nivel, como lo venía haciendo, sin perjudicar a la población beneficiaria adscrita a este último”, manifestó German Reyes Forero, presidente de Asmedas, quien recalcó que “además, en la absorción, el Alcalde no tendría que invertir más de $5 mil millones en el proceso liquidatorio, sino que hubiera destinado esos recursos para mejorar la situación financiera de ambos hospitales”.
El directivo sindical manifiestó su preocupación por la postura radical y osada del alcalde Andrés Julián Rendón, la cual espera no tenga un efecto dominó sobre los hospitales de otros municipios que también están en riesgo de ser liquidados.
De otro lado, y según información allegada a Asmedas, "el decreto de liquidación no contempla el traslado horizontal de los trabajadores del Hospital Gilberto Mejía Mejía al San Juan de Dios, también de carácter municipal. Esto significa que estos 120 trabajadores quedarían cesantes en caso de que el liquidador no respete los derechos de los prejubilables, madres o padres cabezas de familia o aforados, como lo ordenan la Ley y la Constitución Política", indicó la entidad en un comunicado.