Este fue el reporte entregado por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, luego de toda la campaña armada en este país en contra organizaciones yihadistas.
Al menos 7.631 personas han muerto en Siria desde el inicio de los bombardeos de la coalición
internacional contra el grupo terrorista Estado Islámico (Ei) en este país el 23 de septiembre de 2014, según balance publicado este domingo por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
De esos fallecidos, al menos 1.256 eran civiles, entre ellos 275 menores de edad y 184 mujeres.
Los bombardeos también causaron la muerte de 5.961 miembros del Ei, la mayoría extranjeros y muchos de ellos dirigentes de la organización.
Entre los cabecillas figuran los jefes militares del Estado Islámico: Abu Omar al Shishani y Abu Hiyá al Tunisi.
Los ataques aéreos ocasionaron, además, el fallecimiento de un dirigente, de su esposa y de sus cuatro hijos en la población de Dabiq, en el norte de Alepo, agregó el Observatorio.
La coalición internacional no solo tuvo como blanco al EI en Siria, sino también al actual Frente de la Conquista del Levante, la exfilial de Al Qaeda, que hasta julio se denominaba Frente al Nusra, cuando se desvinculó del grupo liderado por el egipcio Aymán al Zawahiri.
Según el Observatorio, al menos 141 milicianos del antiguo Frente al Nusra murieron en Siria por bombardeos de la coalición contra sus bases, entre ellos algunos de sus cabecillas, como Mohsen al Fadli y Abu Hamam al Suri.
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Otros 157 guerrilleros de distintos grupos yihadistas perdieron la vida por ataques de la alianza internacional en las provincias de Idleb y Alepo; mientras que diez combatientes del radical Ejército de la Suna murieron en un bombardeo contra su base en Atme, en Idleb.
A este recuento se suman 98 efectivos de las fuerzas gubernamentales sirias muertos en ataques de la coalición contra la base de una brigada de artillería en el monte Zarda, en la región nororiental de Deir al Zur, y en el aeropuerto militar de Al Shairat, en Homs, en el centro sirio.
El Observatorio documentó la muerte de un combatiente de un grupo islámico, que pereció cuando estaba en cautiverio en una prisión del grupo yihadista que fue bombardeada por la coalición en Maadan, en Al Raqa, en el noreste del país; y la de un activista informativo de los extremistas en Tel Batal, en Alepo.
El Ei proclamó a finales de julio de 2014 un califato en Siria e Irak, donde tomó partes del norte y el centro de ambos países. Actualmente, se halla en retroceso en los dos Estados por las ofensivas que se desarrollan contra él.
En el territorio sirio, la coalición presta cobertura aérea a las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza encabezada por milicias kurdas, que está llevando a cabo una ofensiva terrestre contra el Ei en Al Raqa, su bastión principal en este país.