En otros sectores, los asentamientos urbanos y la industria son otras de las principales fuentes de contaminación, según el estudio de la FAO.
La agricultura y la ganadería son las dos actividades primarias que vierten la mayor parte de sustancias contaminantes en el agua, como el nitrato, el fosfato y los pesticidas, señaló la experta de la FAO Sara Marjani.
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) avanzó este jueves los resultados de un informe en el que analiza la contribución relativa de los principales sistemas de producción agraria a la contaminación de los recursos hídricos.
"La producción ganadera y de cultivos representa un gran porcentaje de los contaminantes que entran en el ambiente", en comparación con otras actividades de menor impacto como la acuicultura, dijo en un acto Marjani.
La especialista destacó que la calidad del agua se ha convertido en un problema global, propio tanto de los países ricos como de los pobres.
En los últimos veinte años, ha surgido una nueva clase de contaminantes en forma de fármacos como los antibióticos y las hormonas que se emplean en la ganadería y que también suelen llegar a las fuentes hídricas y los ecosistemas, con riesgo para la salud.
De acuerdo con el estudio, la ganadería intensiva contribuye sobre todo a la contaminación por ese tipo de residuos, así como por los excrementos de los animales y otras sustancias que acaban degradándose en el ambiente.
Los cultivos, por su parte, están más relacionados con el uso de pesticidas y elementos químicos como el potasio o el magnesio que pueden llegar hasta el agua.
En ambas actividades existe la amenaza de un exceso en la utilización de nitrato, fosfato y otros nutrientes como fertilizantes.
Marjani precisó que China y Estados Unidos son algunos de los países que más fertilizantes de ese tipo emplean en la agricultura, al tiempo que alertó de la creciente contaminación en todo el mundo por el abuso de antibióticos.
El aumento de la presión sobre los recursos naturales, por factores como el crecimiento demográfico y el cambio climático, ha supuesto "un mayor uso de las sustancias contaminantes en el sector primario, que afectan la calidad del agua y el suelo, la seguridad alimentaria y la biodiversidad", agregó la experta.