El director del Ideam explicó que la reducción de los glaciares en el país no es un fenómeno exclusivo de Colombia, sino que “esta es una pérdida a la que están sometidos todos los glaciares del mundo” a causa del calentamiento global.
Las cumbres nevadas en Colombia pueden desaparecer en los próximos 30 o 35 años advirtió este jueves el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) al presentar el informe “Estado de los glaciares colombianos”.
El director de la institución, Ómar Franco, expresó que él, junto a los técnicos encargados del tema, estiman que se pueden “tener aproximadamente 30 años más asociados a esta condición, a esta calidad de los glaciares”.
El estudio del Ideam reveló que el área glaciar pasó de 45 kilómetros cuadrados en 2010 a 37 km2, una reducción de 8,4 km2 en el área nacional.
El informe está centrado en los seis glaciares vigentes del país: las sierras nevadas El Cocuy o Güicán, Santa Marta y los volcanes nevados del Ruiz, Tolima, Huila y Santa Isabel.
En el caso de Santa Isabel, se indicó que es el que presenta mayor vulnerabilidad debido a su baja altitud, por debajo de los 5.000 metros sobre el nivel del mar, además de otros factores como el fenómeno de El Niño en 2015 y 2016, la poca precipitación de nieve y los depósitos de ceniza volcánica en el hielo.
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En el caso de ese nevado, su proceso de reducción sería el más acelerado y se estima que puede desaparecer en 10 años.
Estos cálculos no son equivalentes para todos los casos, dado que cada uno presenta procesos de derretimiento dispares, que se ajustan a la topografía, altitud y condiciones climáticas.
Por ejemplo, la Sierra Nevada El Cocuy, el glaciar más extenso del país, con 13,3 kilómetros cuadrados, ha presentado un ritmo de pérdida anual del 4,8 % desde 2017, siendo el más estable de todos, por lo que su reducción puede darse en los próximos 30 o 35 años.
Al informe también asistió el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Murillo, quien destacó que bajo su administración ya son 21 departamentos los que tienen planes integrales de mitigación y adaptación al cambio climático.
Murillo hizo un llamado a las naciones del primer mundo para que “cumplan con sus compromisos porque los impactos son enormes sobre un país con una alta biodiversidad como el nuestro”, refiriéndose al Acuerdo de París de 2016.