Pienso que no estamos diseñados para montar en carro, peligro, cómo será que así se anunciaba un carro: “PELIGRO”, de una marca muy conocida, en Bogotá, Cra 7ª a la izq. llegando a Usaquén.

Qué arma miedosa es esa, creo peor que un revólver.

Atención: Es mejor dejar desocupado el asiento al lado del conductor, que nadie lo utilice. El que conduce va adelante sin conversar ni mirar para los lados, los demás atrás, con sus cinturones de seguridad abrochados, al igual que el conductor. Esto, para en caso de un accidente, no salir disparado y chocarse contra el parabrisas. ¡Se nos llena la cara de vidrios!

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Tal vez sea mejor ir a pie o en avión, hasta en barco y a caballo. El automóvil, como su nombre lo indica (Auto = sí mismo) es algo que se mueve por su propia cuenta, así que es más mortal que un arma. No es sino ver las películas de ladrones y policías y contar cuántos mueren de tiros y cuántos de accidentes.

Nunca he visto un mico en carro, olvidar que somos los parientes del simio, nos perjudica. Creer que el llamado cerebro tiene tanto poder es un error. (Si dicen que el sabio Einstein solo usó una pequeña parte de su cerebro.) La vida no da sino para aprender filosofía y humildad. De ángeles y dioses tenemos poco, de diablos no sé, pero poco tenemos de animales, ellos son más instintivos y maliciosos que nosotros.

Hace ya rato leí “el cerebro ignora el NÓ”. Le es imposible captarlo, hay que formular cualquier cosa que se diga en forma aseverativa, afirmativa. -Haz, en lugar de -No hagas. -Maneja despacio, en lugar de -¡No corras!

Y este detalle: Conviene vivir distensionado, es algo fácil de decir, pero aquí va la explicación de por qué es tan bueno como difícil: Cada vez que uno calla algo que desea decir, tensiona un músculo, ese músculo se acostumbra a estar tenso y el cerebro realimenta esa tensión aun sin que haya motivo para ello, y envía el mensaje "tensiónate". Hay un momento en que el organismo sufre con tanto músculo tenso y eso es lo que llaman STRESS y de eso se enferma la persona, se agrede a sí misma en su afán de callar para ser “buena”. ¡Pero quien creyera, la gente más maleducada es la más aliviada!

El Dr. Uprinmy explicó una vez por TV: "Este es un país violento porque es un país paciente." Asimilar eso, y entender que encajar las cosas dentro de sí, puede hacer daño, y querer evitar todo daño es imposible a menos que seamos dioses o magos. Y que si hacemos un favor es bobada esperar otro.

Cuidado porque como dice el Dr. Cantoni, y bien se sabe, este es un país anorgásmico, que tristeza, el remedio al alcance y no se aplica.

A propósito, añado la idea de algo que dije en el Homenaje a los pioneros de la danza en Colombia en el Teatro Colón, donde intervine cuando mencionaron a mi hijo Jorge Holguín, para agradecer y para decir que era bueno enseñar a expresarse desde kinder, ¡pues no se puede pensar sin el cuerpo! “Mens sana in corpore sano”.

Ya lo habían dicho los griegos “no hay nada en la mente que no haya pasado por los sentidos”, los sentidos están en el cuerpo. ¿Cómo se va a expresar lo que hay en la mente si no es por medio de esos sentidos?

Pero en nuestra hipócrita cultura hay un gran tabú del cuerpo. ¿Han oído que “morir en olor de santidad” era por no haberse bañado nunca, pues cuidar el cuerpo era pagano y profano?

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Añado esta buena frase de mi amiga la gran bailarina Dora Ramírez: “Si toda Colombia bailara no habría violencia”.

¡Y si la timidez no deja bailar, por lo visto sí deja echar bala, es muy fácil, no se tiene tan cerca el cuerpo del otro, entonces hay menos miedo, quien creyera!

Y por supuesto más fácil apretar un gatillo que aprender un paso y darlo con gracia.