Tras pasar un primer debate en el Senado en julio del año pasado, la Asociación Colombiana de Actores radicará la próxima semana, en la comisión séptima para un segundo debate, el texto del proyecto de Ley que busca garantizar los derechos laborales de los actores.
Más de 1.300 intérpretes pertenecientes a la Asociación Colombia de Actores, ACA, decidieron, argumentando la ausencia de condiciones laborales dignas para el desarrollo de la actuación, radicar un proyecto de Ley que busca que se les garantice un escenario idóneo para el desarrollo de su trabajo, según explicó Diana Ángel, presidente del sindicato.
“La Ley del Actor ha sido un proceso que hemos elaborado y trabajado desde hace más de dos años, contado con la ayuda de congresistas, personas del sector audiovisual, actores de teatro, televisión y cine, además de la colaboración internacional”, indicó Ángel.
Para Ramsés Ramos, actor colombiano, el proyecto de ley se enfoca en el reconocimiento de la actuación como una profesión “con el objetivo de garantizar el ejercicio laboral de la misma. Bajo esa premisa, lo que pretendemos es garantizar elementos básicos como lo los horarios, la seguridad social y el acceso a una pensión”.
El proyecto de Ley, que pasó en julio de 2016 el primer debate en el Senado, de los cuatro que tiene que surtir para convertirse en una Ley de la República, ha sido reformado tras varias socializaciones entre el gremio, directores, productores y realizadores de cine y televisión, hasta llegar a la conclusión de que este debe tener puntos claves que beneficien todos los sectores.
Ante esto, se eliminaron artículos polémicos como el que hablaba de la diferencia entre actores naturales y profesionales, el cual hacía hincapié en dar prioridad a los segundos, y la propuesta de crear un comité que acreditara a quienes lo son.
De la misma manera, el que precisaba que las cuotas de participación en las producciones debería ser del 90% con artistas nacionales primando por encima de los extranjeros.
Estos cambios se dieron tras la oposición de realizadores nacionales, quienes argumentaban que los puntos atentaban contra las libertades creativas y el crecimiento de la industria cinematográfica del país, aseguró el director de cine y guionista Felipe Aljure, quien añadió que las jornadas extensas de debates entre los sectores implicados permitieron concretar un texto más viable.
“Acordamos que no se tocaría la libertad creativa, porque la pelea nuestra era por eso. Nosotros acompañamos el proyecto en un 100% siempre y cuando este no nos censure al convertirse en Ley de la República. Además, el que no sea obligatorio trabajar con un sindicato o con actores específicos y aquel que planteaba que no se podría trabajar con actores no titulados”, aseveró el vocero de los cineastas y realizadores independientes.
Sin embargo, para Claudia Triana, directora de Proimágenes y vocera de los creadores cinematográficos que se oponen a las restricciones de la Ley, uno de los puntos con los que la industria no está de acuerdo es aquel relacionado con los horarios laborales.
“Hay algunas cosas con los tiempos, es decir, ellos están con el tema de que tienen que ser ocho horas de trabajo y no las que se requieran. Hoy por hoy se pacta en cada caso, hablando exclusivamente del cine, un tiempo prudencial en el que se pueda trabajar con la luz del día que es tan importante para los rodajes, por lo que serían entre 12 y 14 horas diarias. Ellos no están de acuerdo con eso”.
La problemática de los “actores naturales”
“En el año 1990 sale una ley que dice que nosotros somos profesionales, sin embargo, en el 91 una sentencia de la Corte Constitucional tumba esa Ley y dice que nosotros no somos profesionales, por lo que perdemos ese estatus, ya que, de acuerdo con el alto tribunal, esto no es una profesión si no un oficio, por ende, cualquiera lo puede hacer, lo que quiere decir es que hoy por hoy nuestros colegas son los más de 49 millones de colombianos”, explicó Ramsés Ramos, quien agregó que el objetivo principal de los más de 1.000 actores de ACA es defender la profesión del actor.
Asimismo, la presidente del sindicato estipuló que el cine colombiano ha afectado al actor de oficio: “Porque, según ellos, necesitan por su burbuja creativa llamar a la señora de la esquina o al mal llamado actor ‘natural’, al que yo le digo ‘no actor’ porque una persona que no se dedique a esto no se le puede llamar actor, entonces los realizadores, escudados en el tema de la creatividad, prefieren contratar a estas personas para en algunos casos ni pagarles y luego reducirnos los presupuestos a nosotros”.
Dina Ángel resaltó la importancia de crear un registro nacional de actores, con el fin de saber cuántos son y de ahí partir a la priorización en la contratación de artistas preparados.
“En este país hay más de 17 universidades y escuelas graduando a actores. Por ejemplo, la Javeriana tiene un programa de Arte Dramático que vale nueve millones el semestre, entonces como llegar a decirle a estos jóvenes que se están preparando que perdieron su tiempo porque realmente este oficio lo hace cualquiera y que estudiar no le sirvió de nada, eso sería una irresponsabilidad”, precisó Ángel.
Parrilla extranjera en canales nacionales
Aunque los reality, los programas matutinos tradicionales y hasta las noticias son producciones nacionales que no han dejado de estar presentes, ha resaltado en los últimos años la fuerte llegada de creaciones extranjeras a la parrilla de los canales nacionales, situación que ha puesto en riesgo la labor de los artistas en trabajos cada vez más escasos.
Así lo aseveró Julio Correal, actor y secretario de Asuntos Laborales de ACA, quien enfatizó: “Esto para nosotros es un problema, pues nos reduce los espacios de trabajo y no solo la programación extranjera, ya que si revisamos históricamente como ha sido el cambio en la televisión de entretenimiento la extensión de horarios en programas como los noticieros nos reducen tiempo a los dramatizados, a lo que se le suman los reality. Nosotros lo que buscamos es que se incremente la producción y surjan más espacios de trabajo, sin embargo, que ese incremento no atente con las normas mínimas para el desempeño laboral”.
Por su lado, Ángel expresó que “el detonante para armar ACA se dio cuando nos dimos cuenta que estaban pasando telenovelas extranjeras en el horario prime time que era el horario en el que los actores siempre habíamos tenido trabajo, esa fue la alarma que se prendió y nos dijo que en realidad estaba pasando algo, por lo que tuvimos que entrar a analizar qué pasaba con las parrillas, nos sentamos a hablar con los canales nacionales y logramos sacar esas producciones del prime time y fue una de nuestras más grandes luchas por la cuota de pantalla”.
Los canales nacionales deben cumplir con unas cuotas de pantalla de programación nacional, independientemente si es dramatizado, por lo que producciones como magazine y talk shows se incluyen en esa cuota, situación que no los obliga a pasar telenovelas nacionales, sin embargo, se conoció que producciones colombianas que no han sido trasmitidas en el país se lograron vender a más de 80 países.
Ante la cuestión de pago, los canales nacionales aseguraron, por medio de una carta enviada al senador Antonio José Correa, que “los actores de televisión se encuentran bien remunerados por las productoras y canales, no solo en el nivel de los roles protagónicos, sino incluso en el de los actores por capítulos, quienes hoy en día reciben un millón de pesos por tres días de trabajo”, según lo citó Semana.com.
Se conoció, además, que la carta puntualizaba: “Entendemos las preocupaciones de los actores en cuanto a las condiciones en las que prestan sus servicios… Lo que no consideramos conveniente es que se cree un régimen híbrido de contratación que les permita gozar de los beneficios de ambos tipos de contrato (laboral y prestación de servicios) sin las cargas u obligaciones propias del régimen laboral”.
¿Qué sigue tras radicar el proyecto?
“Si logramos pasar el segundo debate siguen unos tiempos legislativos que no podemos dejar pasar del mes de junio, porque estos mismo tiempos harían que la Ley pasara a otros tiempos, lo que significaría que la ley se caería. Si pasamos ya el proyecto pasaría a la plenaria de la Cámara y de ahí se avanzará hasta que podamos aprobarla”, finalizó la presidente de ACA.