La canciller alemana definió la caída de desempleo como el legado más importante de sus 12 años de gobierno y reiteró la meta de lograr el pleno empleo en Alemania a más tardar en el año 2025.
La canciller alemana, Ángela Merkel, y el candidato socialdemócrata, Martin Schulz, hicieron este sábado sus últimas apariciones públicas en la víspera de las elecciones que, conforme a las encuestas, dan una clara ventaja a la actual jefe de Gobierno.
La lucha de Schulz es desesperada ante los datos de los sondeos que dan a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel cerca de 14 puntos por encima del Partido Socialdemócrata (SPD).
Schulz se ha esforzado en sus últimas apariciones en marcar diferencias frente a Merkel con un discurso que reclama justicia social y que anuncia alivios fiscales a las familias y a las personas con bajos ingresos.
Merkel, por su parte, reclama su legado que durante los doce años de gobierno se vio marcada, ante todo, la reducción del desempleo de los cinco millones de parados que había en Alemania en 2005, a los 2,5 millones que hay actualmente.
Grave error
Según el analista político Michael Spreng, uno de los grandes errores del SPD durante la campaña fue justamente centrarla en la justicia social, en momentos en que la mayoría de los ciudadanos considera que su situación económica es buena.
"En Alemania no se pueden ganar elecciones en 2017 con un discurso sobre justicia social", dijo.
Los logros del SPD durante la "gran coalición" con la CDU, en la que ha podido hacer realidad puntos claves de su programa como la introducción de un salario mínimo interprofesional, no parecen haberle ayudado a Schulz en su campaña.
Así como la bajada del desempleo es parte del legado de Merkel -aunque ella misma ha reconocido que las bases las sentó su antecesor, el socialdemócrata Gerhard Schroder-, del lado negativo hay que registrar también como parte de su herencia el ascenso de la AfD.