Factores externos e internos, han afectado su desarrollo.
Durante el primer semestre de este año, hubo una muestra de recuperación en el comportamiento de la industria minera nacional, debido a la caída de los precios internacionales y a la desaceleración de la economía global que afecta la oferta y demanda. Esta situación que podría catalogarse como un brillo en medio de la oscuridad de un yacimiento, se evidencia por el aumento que se dio específicamente en la Inversión Extranjera Directa (IED) y en las exportaciones de minerales tales como carbón, oro, níquel, esmeraldas y cobre, según cifras de la Asociación Colombiana de Minería (ACM) y del Banco de la República.
Desde enero a junio de 2017, la IED obtuvo resultados alentadores al alcanzar US$285 millones, mientras que el año pasado se situó en terreno negativo con US$-97 millones.
Jaime Concha Prada, vicepresidente de Minería, Hidrocarburos y Energía de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), dio a conocer que este aumento en la inversión extranjera se generó básicamente porque “el año pasado se concedieron licencias de explotación a tres nuevos proyectos en Antioquia, que casi triplicarán la producción y las exportaciones legales de oro”.
El ingeniero de minas Rafael Roldán Jiménez, actual presidente de la Asociación de Profesionales del Sector Minero Colombiano y jubilado de Mineros S.A., señaló que la inversión extranjera directa en la minería en conjunto fue positiva, si se enfrenta a la desinversión de 2016: “Esta cifra es supremamente baja comparada con lo que teníamos hace tres, cuatro y cinco años. Representando el nivel de desconfianza que se ha adquirido en los últimos tiempos, para hacer negocios de minería en Colombia por parte de inversionistas extranjeros”.
En concordancia con lo anterior, Eduardo Chaparro Ávila, director del proyecto de la plataforma para el desarrollo mineral patrocinado por la Unión Europea en siete países de América Latina, explicó que hasta ahora lo que se ha registrado es un rayito de luz, el cual muestra que al tener una captación de inversión de buena calidad “facilitará el ingreso fiscal, el desarrollo del empleo y la presencia del Estado en las regiones”, debido a que el potencial mineral del país no es mono sino diverso “es decir tenemos esmeraldas, carbón, cobre, etc. Las expectativas en los metales es en donde deberíamos centrar la atracción y la protección de la inversión extranjera”, agregó el directivo.
En contraste, para el economista y director de contenidos del grupo Ágora, Giovanni Montoya Aldawe, los US$285 millones obtenidos durante el primer semestre en IED es un inicio, “la minería colombiana para estar en niveles de producción más óptimos requiere por lo menos tres o cuatro veces esa cifra como flujo de inversión, pero en realidad sirve para demostrarle a los inversionistas que en el país hay oportunidades en esa actividad, una dotación importante de recursos naturales y condiciones que permiten hacer un buen negocio”, argumentando que más que el efecto directo arrojado por la cifra, es esencial enfocarse en el efecto indirecto con el fin de generar mayor confianza para los inversionistas.
Años pasados mediante la Inversión Extranjera Directa, se lograron alcanzar US$533 millones en 2015, US$1.582 millones en 2014 y US$2.977 millones en 2013.
Amylkar Acosta Medina, exministro de Minas y Energía, investigador de la Universidad de Los Andes y Externado y miembro de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas, manifestó que la inversión de los US$285 millones fue modesta. Por esa razón, Colombia debe esforzarse por elevar ese monto para llevar a cabo proyectos de gran envergadura, “porque la apuesta del país tiene que ser no sólo a desarrollar pequeños y medianos proyectos que son los que se pueden hacer con inversiones de esa magnitud, sino que tiene que aspirar como lo ha hecho Perú a ser un gran jugador en el mercado de los minerales”, añadió el exministro.
No obstante, Montoya Aldawe concluyó que se visiona un posible crecimiento de la demanda por parte de Estados Unidos y Europa, a raíz de la recuperación de sus actividades industriales, “siendo un punto favorable para Colombia, debido a que los inversionistas se anticiparon a esas decisiones y decidieron aumentar la inversión en el país”, esto en comparación con 2016.
Para el CEO de GranColombiaGold, Lombardo Paredes Arenas, la industria minera es global por naturaleza, por lo que requiere “inversiones con una visión a largo plazo que sean económicamente rentables, asegurando la seguridad de las comunidades y el medio ambiente”.
Producción y exportaciones
Según Silvana Habib Daza, presidente de la Agencia Nacional de Minería (ANM), Colombia ya cuenta con un lugar en el escenario internacional de producción de minerales, al ser el primer productor de carbón en América Latina y el once en el ámbito mundial. Asimismo, el segundo productor de ferroníquel en la región y noveno en el mundo; el primer productor de esmeraldas en el continente y segundo en el mundo. Finalmente, es el quinto productor de oro en Latinoamérica y el quince en el ranking mundial.
A corte del primer semestre, el oro y el carbón fueron los que impulsaron la industria extractiva en el país.
Santiago Ángel Urdinola, presidente de la ACM, explicó que “los índices de carbón térmico han aumentado en un 8%, al igual que el oro formal que ha registrado un incremento del 14% durante este primer semestre. Esa misma tendencia puede verse en otros minerales como níquel, esmeraldas, hierro y cobre”.
Por su parte, en este mismo período las exportaciones carbón, oro, níquel, esmeraldas y cobre aumentaron en US$1.880 millones, es decir un 59%, pasando de US$3.183 millones en 2016 a US$5.063 millones en 2017. Mientras que en 2012, los mismos insumos alcanzaron el techo de US$7.533 millones, siendo el más alto en los últimos ocho años.
La participación del sector minero en las exportaciones nacionales, es del 28%, mientras que la suma de otros sectores es del 72%. “El incremento de las exportaciones va de la mano con la recuperación de los precios internacionales de la mayoría de los minerales”, indicó el presidente gremial.
Al respecto, el investigador y miembro del Centro de Pensamiento de Sostenibilidad y Responsabilidad de la Minería de la Universidad Nacional, Jorge Pérez Peláez, recomienda que el mercado mundial siga impulsando la vía de demanda y de precios, “el carbón ha tenido un precio que se ha venido recuperando”, oscila entre los US$60 y US$70 la tonelada. “Se espera que los incrementos sigan hacia la meta cercana de las 100 millones de toneladas”, dijo.
En el caso del precio del oro, “viene de unos US$1.250 la onza y ya hemos alcanzado US$1.330 o US$1.350”, agregó el investigador, explicando que tanto las exportaciones, como los volúmenes de incremento en la producción son ejes dinamizadores.
Jaime Arteaga de Brigard, director de la Brújula Minera y de la empresa Jaime Arteaga & Asociados, recordó que los minerales han venido recuperándose, y el año pasado se presentó una producción en el ámbito nacional sin precedentes, “cuando se aumenta el valor de los minerales, esto hace que incremente el interés de inversión en la minería. Y cuando hay un crecimiento en la producción, se exhiben básicamente condiciones de productividad interesantes para la inversión internacional”.
¿Qué ha impactado a la industria?
La actividad extractiva en Colombia, una de las cinco locomotoras del crecimiento del Plan de Desarrollo 2010–2014, se desaceleró a consecuencia del debilitamiento de la demanda externa por materias primas debido al desplome de los precios, siendo los del petróleo los últimos en caer.
“La ralentización del crecimiento de la economía global, especialmente de las economías emergentes, encabezadas por China, la apreciación del dólar y en el caso del petróleo su sobreoferta en el mercado, le pusieron fin a un largo ciclo de precios altos”, señaló Acosta Medina.
Por lo que es necesario enfrentar la realidad a pesar de la problemática mundial, ya que la industria extractiva colombiana se ha venido recuperando un poco. Sin embargo, aún quedan retos jurídicos, sociales, ambientales e institucionales para volver a alcanzar el potencial minero y los estándares logrados en la Inversión Extranjera tiempo atrás.
“El sector atraviesa un período de inestabilidad jurídica, generado mayoritariamente por la creciente ola de consultas populares”, expresó el líder gremial.
Cabe destacar que en mayo de este año, la ACM tenía registradas 39 consultas o acuerdos municipales, cifra que ha ascendido a 96 para el mes de septiembre, siendo una situación que afecta negativamente la inversión, sumado al desaprovechamiento del potencial geológico de Colombia.
Óscar Londoño Escobar, exgerente de operaciones de El Cerrejón y docente de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional, aseveró que dicha situación lleva a que la inversión extranjera, en lugar de quedarse en Colombia podría buscar refugio en otros países como Perú y Ecuador, en donde haya realmente estabilidad jurídica, “compañías como BHP Billiton o cualquiera de estas grandes empresas, prefieren poner sus capitales en países donde la juridicidad sea mucho más fuerte”.
Por otro lado, Pérez Peláez evidenció otra problemática que es la minería ilegal, porque al ocurrir esta situación se genera una “deseconomía” del recurso natural, sin embargo espera que se rompa ese círculo con el fin de realizar una economía formal de desarrollo. “En Colombia se puede hacer minería bien hecha con empresarización, con contribución al desarrollo y con respeto por los recursos naturales, etc.”, y recomendó pasar de la información populista a la técnica, en conjunto con el Gobierno y la empresa privada para incluir a la municipalidad, siendo apoyados por la academia.
El Ministerio de Minas y Energía, concluyó que el reto principal será la modificación de la jurisprudencia de la Corte Constitucional en materia de “concertación con los municipios, asimismo áreas de restricción o prohibición para la actividad minera por motivos ambientales, y el trabajo articulado con otros Ministerios y el Gobierno para la erradicación de la explotación ilícita de minerales”.
El potencial geológico aporta al desarrollo
A pesar de la desinformación y el desconocimiento, la minería legal y formal ha contribuido al desarrollo social. Jorge Jaramillo Pereira, experto en minería y docente de la Universidad Nacional, dijo que con base en cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), “en la última década el país disminuyó la pobreza de 48 a 28%, gracias en gran parte al incremento en la producción petrolera, y al buen comportamiento que tuvo la minería principalmente por el tema de buenos precios”.
Asimismo, explicó que los favorables resultados en la lucha contra la pobreza en el período de 2010-2014, provienen más del auge minero-energético, que de cambios significativos en las políticas públicas anti-pobreza. Lo cual se suma al aumento de la clase media, debido a que esta población creció del 37% al 55% entre 2003 y 2012.
Precios aproximados para un proyecto
De acuerdo con cifras estimativas, Londoño Escobar señaló que un proyecto de megaminería estaría costando alrededor de US$2.500 millones, uno grande entre US$800 millones y US$1.500 millones, mediano entre US$500 millones y US$1.000 millones, y de pequeña minería entre US$150 millones y US$200 millones.
A modo de ejemplo, el experto argumentó que “Cerro Matoso desde que empezó a explorar hasta que inició la operación siderúrgica de los hornos, pudo costar aproximadamente unos US$2.200 millones. El Cerrejón desde que empezó la exploración, hasta que salió la primera tonelada de carbón en 1.985, invirtió casi US$3.850 millones en un proyecto que en ese momento tenía una proyección de quince millones de toneladas al año”, con el tiempo fueron creciendo y se aprovechó más la capacidad instalada.
Además, los US$285 millones obtenidos en inversión extranjera, los catalogó como el inicio de un proyecto minero y pueden traducirse en “gastos de exploración, de perforación, de análisis de núcleos, entre otros”, puntualizó el exgerente de operaciones de El Cerrejón.
Pasos a seguir para realizar un proyecto minero
Etapa de exploración
Etapa de desarrollo
Etapa de producción
Etapa de retorno en inversión
Gobernación requiere ingenieros de minas y geólogos para la fiscalización minera