Por lo menos unos 35 candidatos de origen antioqueño figuran en nueve listas de partidos que disputarán su presencia en el Senado.
La política antioqueña tiene el enorme desafío en los comicios legislativos de marzo del 2018 de conservar o aumentar las trece curules de Senado que conquistó este territorio en 2014.
Sin embargo, el reto no será nada fácil no sólo por la circunscripción nacional, que significa que un sufragante, incluido en el censo electoral, puede votar por un candidato al Senado en cualquier parte del país, sino también porque varios candidatos de otros departamentos sustraen muchos votos de Antioquia.
Pero entre el abanico de por los menos unos 35 aspirantes al Senado de origen antioqueño, unos con mayores posibilidades que otros, figuran opciones con mucha polenta electoral que darán la batalla para llegar a esta corporación que representa políticamente a toda la nación.
Hubo épocas en que Antioquia tuvo casi 20 senadores, pero como la política ha cambiado y otras regiones han entrado a competir con mayor fuerza electoral, la bancada electoral antioqueña de Senado se ha estabilizado en un número ligeramente superior a los diez corporados.
En marzo del 2014 salieron electos al Senado por Antioquia trece congresistas a nombre de sólo cuatro partidos.
El Centro Democrático que se estrenó con mucho ruido y gran éxito aportó cinco senadores: Álvaro Uribe, Ana Mercedes Mora, Alfredo Ramos, Paola Holguín y José Obdulio Gaviria, pero con lista cerrada.
Los liberales y los conservadores eligieron a tres cada uno. Los rojos con Eugenio Prieto, Luis Fernando Duque y Sofía Gaviria. Y los azules a Nidia Marcela Osorio, Olga Suárez y Juan Diego Gómez.
Y el partido de la U contribuyó con dos senadores con la elección de Germán Hoyos y Mauricio Lizcano, también con sangre y votos caldenses.
En el transcurso del actual cuatrienio legislativo, Antioquia perdió dos curules por la renuncia de Eugenio Prieto y Ana Mercedes Gómez y es así como en un largo trecho esta bancada ha venido actuando con once senadores.
Por eso el desafío es mantener esa o una mejor vocería en el Senado para tener peso y presencia ante el nuevo Gobierno Nacional cuyo orientador también será elegido en los comicios presidenciales de mayo del año entrante.
Y esa responsabilidad la adquieren los más o menos 35 antioqueños que aparecen como candidatos al Senado, diseminados en unas nueve listas de partidos y movimientos políticos, además de una sorprendente y desconocida plancha por firmas, conformada por jovencitos, con el rotulante nombre de Movimiento “Sí se puede”.
Uno por uno
Además del anterior y curioso hecho, la gran novedad política la constituye el Centro Democrático al adoptar el sistema de lista sin voto preferente o abierta como les dio por llamarla ahora.
El expresidente Álvaro Uribe volverá a comandar esta plancha lo que asegura una alta votación a su favor en Antioquia, pero la pregunta que se formulan muchos es cómo diablos les irá a los otros aspirantes uribistas antioqueños ahora con lista abierta.
En el caso de este departamento hay cinco matices o estructuras políticas uribistas: el ramismo, la valenciocracia, los Paolos, el quinterismo-rionegrero y el que están armando Fabio Aristizábal, César Eugenio Martínez y Jorge Honorio Arroyave y que algunos llaman del uribismo puro. Cada uno tiene su candidato al Senado y lo interesantes es cuál o cuáles de estos serán capaces de salvarse en las urnas ante la competencia de candidatos de otros departamentos.
El uribismo antioqueño demostró en el 2014 que tiene en este territorio unos 450.000 hinchas con votos del 1.8 millones que podría ser la votación para el Congreso en esta región. Un caudal que bien repartido podría asegurar las cinco curules del 2014, pero si la votación se concentra en Uribe, candidatos como Santiago Valencia, Regina Zuluaga, Fabio Aristizábal y Paola Holguín comenzarán a temblar del susto.
Esta última mujer, líder de los Paolos, está muy envalentonada y dijo que “no nacimos en los tiempos de los temblores, si la decisión del partido es abrir la lista, corremos con lista abierta”, para lo cual está trabajando con sus tres S: “suela, saliva y saludo” consiguiendo votos.
Pero la película de suspenso electoral en Antioquia es conocer cuál será la suerte del ideólogo de los Uribe, el abogado José Obdulio Gaviria, de quien sabemos que no tiene votos, pero seguramente Uribe lo necesita a su lado y alguna estrategia estarán craneando para que no se chamusque.
Ahora, los liberales y conservadores antioqueños serán capaces de mantener sus tres senadores del 2014? Esa es la pregunta del billón.
Pero todo es posible. Aseguran que el azul itagüiseño Carlos Andrés Trujillo, con el equipo que ha armado en los últimos tiempos, sería senador. A los Suárez Mira los queman cada cuatro años y siempre se meten jalados por su feudo electoral bellanita. Entre tanto, Juan Diego Gómez es un hábil político que nunca ha fracasado electoralmente.
Los liberales muestran en esta oportunidad como novedad la candidatura al Senado del mayor elector para la Cámara en el 2014, Iván Agudelo, con el refuerzo de los liberalismos de Bello y de Envigado. Se le puede dar.
Otro muy hábil en política electoral es el muy misterioso Julián Bedoya, quien junto con Ómar Hoyos son candidatos de pronóstico reservado.
El caso de la senadora Sofía Gaviria es muy claro. Está haciendo un ejercicio legislativo muy llamativo e interesante, con el cual se ha acercado al voto de opinión nacional y no al de maquinaria. Su permanencia en la batalla electoral depende de varias circunstancias que se deben dar antes del lunes 18 de diciembre cuando se pueden modificar las candidaturas.
Y Luis Fernando Duque es otro senador que cada cuatro años lo eliminan electoralmente, pero es tan habilidoso que con él puede ocurrir cualquier cosa y por algo lleva 27 años en el Congreso. Si le funcionan los votos por fuera de Antioquia podrá salvarse esta vez.
En el papel las dos candidaturas del partido de la U en Antioquia tienen fuerza regional. Aunque vaticinan un desastre del santismo, póngale la firma que Germán Hoyos y Juan Felipe Lemos darán la pelea por sobrevivir.
Cambio Radical con Guillermo Palacio podría dar la gran sorpresa y tener senador, si es que la candidatura presidencial de Germán Vargas pega en este departamento.
Entre tanto, las candidaturas antioqueñas al Senado de los verdes, el Polo y la ASI son sencillamente una total incógnita, tirando a difícil, como la de Iván Marulanda, quien en su última presentación electoral no sacó ni 2.000 votos.