El resultado liberal en Cámara supera en 3,3 veces al de la desastrosa consulta que impusieron las casas que lo manejan desconociendo que su vigor, ideas y militancia están en las regiones que los jefes osan desconocer, poniendo en riesgo la colectividad.
La trascendental jornada electoral del 11 de marzo fue ensombrecida por la improvisación de la Registraduría Nacional del Estado Civil en el manejo de los tarjetones de la Gran Consulta por Colombia y de la crisis ocasionada por falta de ellos en decenas de puestos de votación en Medellín, Bogotá, Cali, Bucaramanga, Manizales, según denuncias comprobadas.
Lea también: Protestas por falta de tarjetones en las consultas
Tras las fallas en la repartición de los 15 millones de tarjetas que el registrador dice que se imprimieron para cada consulta y que debieron ser entregados en 104.126 mesas instaladas, el país está atento a los resultados de las investigaciones que la Fiscalía y la Procuraduría anunciaron ayer mismo, dados los errores de la Registraduría para disponer de tarjetas electorales y por la tardanza de cerca de tres horas para ofrecer soluciones a los ciudadanos que tuvieron que esperar, perdiendo la paciencia, para votar por los candidatos de la Alianza por Colombia.
En virtud de la amplia votación obtenida por el hoy candidato Iván Duque en la consulta del Centro Democrático, el partido Conservador y Alejandro Ordoñez, así como de su distancia frente a la Consulta por la inclusión y la paz (Petro - Caicedo), pueden despejarse los temores de fraude que, con justicia, expresaron voceros de los partidos que sufrieron la afectación entre poco más de las 10 de la mañana y las 2 de la tarde del domingo. De la consulta por Colombia quedan como réditos los votos alcanzados por los tres presidenciables que compitieron bajo estrictas reglas y cuya unidad se confirma con la designación de la segunda votada, Marta Lucía Ramírez, como candidata a la Vicepresidencia.
Vea además: Que brillen la participación y la transparencia
La votación de la consulta Por la inclusión y la paz deja bastante mal paradas a las encuestas, la mayoría, que anunciaban un práctico empate entre las aspiraciones de los precandidatos Duque y Petro, además de que la diferencia entre este y el exalcalde Caicedo, de Santa Marta, deja interrogantes sobre la necesidad de esa votación. En el reconocimiento de su victoria, el hoy candidato Petro se confirmó en su talante anti-institucional, que lo llevaría, si fuese elegido presidente, a cerrar el Congreso y convocar una constituyente.
Como era de temerse, la votación de las dos consultas interpartidistas ha concentrado la atención de medios de comunicación y analistas, poniendo en segundo lugar la decisiva elección de Congreso de la República, que deja importantes mensajes de los que habremos de ocuparnos a espacio. Según los resultados entregados al cierre de esta edición para Senado y Cámara, el partido Liberal obtenía el 1’866.897 votos para Senado, quedando como cuarta colectividad en esa corporación, y alcanzaba 2’429.543 para Cámara, encabezando la representación allí. Ambas votaciones casi triplican los 744.521 votos depositados por los dos candidatos en la consulta popular que los jefes liberales impusieron en alianza con el Gobierno y que en estas páginas anunciamos como contraria al sentir de la colectividad, visión que hoy se confirma. Con la demostración del vigor que ahora dan las bases liberales, es notoria la necesidad de una renovación de jefaturas que van en contravía de las pretensiones de su partido, tema al que, al igual que los resultados al Congreso, habremos de referirnos ampliamente.
Lea también: Abstención en la consulta liberal