El cierre en el Congreso Académico Ixel-Moda en Cartagena, correspondió a la pasarela de la diseñadora Cartagenera Beatriz Camacho, única en el país en el tratamiento de los textiles por medio de estampaciones que cuentan historias. Colección inspirada en algo muy especial para estos tiempos que llegan de sol.
Beatriz Camacho es mujer segura en lo que hace. No acepta el estar en una pasarela por estar. Lo de ella es un trabajo kilométricamente pensado, diseñado, con mucho de tacto en las manos al escoger los materiales con los que quiere trabajar. Para ella el elemento “textil” es el alma al que hay que imprimirle toda esa historia pensada. ¿Será por eso que ella no bautiza, ni le da nombre a sus colecciones? Sería demasiado limitado.
Todos han visto en su vida una palmera, unas hojas de balazo, mucho follaje junto. Pero nos vamos a detener en esa hoja grande, muy verde, que tiene dos características que la naturaleza les dio con las que llaman la atención… unas perforaciones y unos cortes en tira como si se los hubieran hecho adrede. No es una planta con nombre científico, es de la especie de las trepadoras oriunda de las selvas tropicales, de hojas grandes muy brillantes, muy atractiva, muy común en la decoración de los hoteles, en el diseño de interiores. Es la monstera deliciosa conocida con los nombres de: Balazo, Costilla de Adán, Mano de tigre. Estas inmensas hojas fueron las protagonistas en la colección de Beatriz Camacho a tonos de verdes y azules, en una silueta muy femenina en donde la cintura, los escotes en V se unieron, fueron continuos, en cortes que demostraron un impecable trabajo en asimétricos, dobleces anchos, peplos con vuelo, lazos, amarres, transparencias, fluidos generosos, largos a media pierna, debajo de la rodilla o largo total. Un trabajo de alta costura en esos troquelados azules en donde imitó a la perfección esa brillante hoja de Balazos. En Beatriz se da todo un mundo de inspiración en la estampación, esta vez un inmenso follaje de verdes, palmeras, hojas, orquídeas que salieron en tendencia de bordado. Ella no es de las que impone, ni se deja imponer un color, para ella el color de moda va con uno, pero esta colección fue un remanso de paz, un homenaje al verde de la naturaleza, a esos azules y rosas tranquilos que se asoman en el firmamento. Como detalles, el look de sus modelos fue limpio y sereno, sin extravagancias. El detalle de zapatos y carteras llevan su línea en la misma estampación de los vestidos.
Fueron exactos 15 minutos a balazos.