Una ONG denunció que “muchos de los supervivientes necesitarán ayuda a largo plazo para superar sus heridas”.
Al menos 90 personas murieron y otras 120 resultaron heridas durante el bombardeo del Ejército de Nigeria a un campamento de desplazados internos de la localidad de Rann, en el norte del país, denunció hoy Médicos Sin Fronteras (MSF).
El Ejército confirmó hace tres días ese ataque aéreo ocurrido durante una operación militar contra el grupo terrorista nigeriano Boko Haram y que, "desafortunadamente", ha afectado a civiles y miembros del personal humanitario de MSF y del Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr).
El campamento de desplazados internos de Rann está muy cerca de la frontera con Camerún, en el estado norteño de Borno, uno de los objetivos habituales del grupo terrorista Boko Haram.
MSF denunció hoy en un comunicado que la cifra de víctima sigue subiendo y que "las últimas estimaciones" hablan de al menos 90 personas muertas.
En el momento del ataque se distribuía comida a las miles de personas desplazadas, por lo que la mayoría de los fallecidos eran mujeres y niños, precisó la entidad.
Según MSF, más allá de lo que su personal pudo verificar, informes de los líderes comunitarios indican que el número de muertos podría llegar hasta 170 personas.
"Esta cifra necesita ser confirmada. Las víctimas de este horrible suceso necesitan una explicación transparente de lo que ocurrió y las circunstancias concretas en las que este ataque tuvo lugar", señaló en el comunicado Bruno Jochum, director general de MSF.