Además de la posibilidad de encontrar mejores escenarios de empleabilidad, expertos señalaron el paso por la educación superior, como una oportunidad de movilidad social y adquisición de herramientas para la valoración crítica de los asuntos vitales.
Finalizada la educación media, el acceso a la educación superior es considerado como una posibilidad de lograr mayores niveles de cualificación personal y al mismo tiempo mejorar las posibilidades de inserción en el mercado laboral proyectando mayores posibilidades de ingresos y movilidad social.
En febrero del presente año, el Ministerio de Educación Nacional presentó el Informe Segumiento a los Graduados de Educación superior realizado por el observatorio laboral para la educación, en el que además de presentar una caracterización académica sobre los titulados en educación superior entre los años 2001 y 2015, expuso los resultados sobre vinculación laboral en los egresados de educación superior durante el periodo estudiado.
El ente estatal divulgó una tasa de vinculación laboral del 77.3% para quienes concluyeron sus estudios de pregrado en el año 2015, destacando en cuanto a ingresos, una cifra promedio nacional de $1.512.629. Las cifras de vinculación laboral y nivel de ingresos aumentan al momento de señalar que quienes concluyeron estudios de posgrado en el año 2015, alcanzaron el 92.5 % de vinculación laboral con salario promedio de $3.370.059
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Para Rubén Darío Osorio, coordinador del Proceso de Aseguramiento de la Calidad Académica en el Colegio Mayor de Antioquia, los seguimientos que las instituciones educativas realizan a sus egresados dan cuenta de la importancia de acceder periódicamente a los espacios de actualización del área específica, entendiendo que las disciplinas están presentando avances constantemente y ante esta realidad los empleadores demandan un alto compromiso con la actualización, por lo que el profesional no debe asumir una actitud pasiva en la que considere estar lo suficientemente capacitado por el sólo hecho de haber concluido una etapa de su proceso formativo.
El informe del Ministerio de Educación arrojó diferencias entre los egresados de instituciones de educación superior acreditadas y no acreditadas; en primer lugar destacó una diferencia de 11.9% en mejores salarios de enganche para quienes realizaron sus estudios en instituciones acreditadas, señalando además una diferencia de posibilidades de vinculación laboral que señaló un 82.1% de inserción laboral entre los egresados de estas instituciones frente al 80.7% de los egresados de instituciones no acreditadas.
Osorio manifestó que estudios como el presentado por el Ministerio de Educación Nacional se hacen basados en aportes al Sistema General de Seguridad Social “un fenómeno que es cada vez más común es el del egresado que decide no ser empleado sino tener su propia empresa y cuando se está empezando a cotizar como independiente muchas veces las personas lo hacen por el mínimo para disminuir costos, entonces esas bajas cotizaciones se ven reflejadas en el promedio de ingresos de los egresados de educación superior a nivel nacional”.
Osorio apuntó que según directrices del Consejo Nacional de Acreditación, el seguimiento a los egresados se debe hacer luego de dos años de haber concluido los estudios “porque tan sólo un semestre después de ser egresados ellos apenas están insertándose en el mundo laboral, tal vez con salarios muy bajos y apenas están empezando a labrarse un perfil ocupacional, luego de dos años las instituciones podemos indagar sobre temas de ingreso, evaluar si están compitiendo con profesionales de su misma área o con profesionales de otra área, ver si compiten laboralmente con profesionales o tecnólogos, si han tenido ascensos en su vida laboral y si el trabajo que están desempeñando es un trabajo para el que fueron formados para así tener más claridad frente al impacto de la educación superior en la situación laboral de los egresados”.
Evaluar el impacto más allá de lo cuantitativo
Además de la posibilidad de insertarse en la vida laboral con salarios superiores a los que se puede aspirar sin acceder a la educación superior hay múltiples aspectos cualitativos en los que influye un mayor nivel de formación académica.
Así lo manifestó Luz Doris Bolívar, Vicerrectora Académica de la Universidad de Medellín, quien apuntó que “es necesario trascender del simple inventario de graduados el dónde están vinculados y su salario de enganche y pasar a medir impacto porque el acceso a educación superior aumenta calidad de vida, no sólo porque el joven o la familia logra tener un salario mejor pagado sino por la convivencia familiar misma y la interacción social”.
La directiva expresó que la educación superior otorga competencias como formación ciudadana, lectura crítica, razonamiento cuantitativo y que estas no tienen como único fin aportar a una ocupación que sea bien o mal remunerada, sino que cambia modos de vida, comportamientos y aspiraciones.
“Aprender a valorar el ocio y adquirir herramientas de valoración cultural transforman la vida de los individuos y esto también contribuye a proyectar un porvenir sostenible, no sólo desde la rentabilidad económica sino desde la transformación plena de la vida”, concluyó Bolívar.
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