¿Ya renunció, señor Registrador, Juan Carlos Galindo? ¿Usted cree que su trabajo lo desempeña en Zimbawe o Zambia, donde ni siquiera hay mimeógrafo? No obstante, usted, en su brillante gestión, puso a Colombia a la par de esas dos miserables republicas africanas.
Inoperante, incapaz, incompetente, nulo, inútil, insuficiente, inepto, son algunos de los títulos que a mucha honra podrá exhibir en el futuro, junto con el de exregistrador General de la nación.
Imposible que Colombia, convertida por obra y gracia suyas en el hazmerreír del mundo en materias electorales, soporte un día más su presencia en ese cargo, donde ahora infunde la misma confianza que otorgarían Garavito y Noguera en la dirección y la secretaria de un hospicio infantil.
Gary Oldman es si acaso uno de los últimos extras y una nimiedad el papel que lo hizo ganar el Oscar la semana pasada, frente al papelón por usted desempeñado y el galardón que ya la nación entera le concedió: El Oso Mayor.
Le prestó usted una gran ayuda a su país en su aspiración de pertenecer a la Ocde —Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico – cuyos miembros ya deben estar haciendo “vaca” para ayudarle a Colombia en su dotación de mimeógrafos, ojalá de mayor capacidad para la primera vuelta del 27 de mayo.
Pero no se angustie señor Registrador: a lo mejor esta gran inventiva suya en materia electoral, de pronto es tenida en cuenta y valorada en toda su importancia por los adelantados miembros de la Ocde.
Usted, antes de irse, también podría hacer algo al respecto: Como ya sabe que $26.400 millones de pesos que le dio el gobierno no le alcanzaron para hacer 30 millones de tarjetones, 15 para Uribe y 15 para Petro, presupueste también la adquisición de más mimeógrafos, los cuales necesaria y urgentemente tendrán que ser adquiridos por su sucesor para ver si a ese sí le rinde la plata.

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Hasta ahora que se tenga noticia, en ningún lugar del planeta desde que existen elecciones, ha tenido que ser utilizado el mimeógrafo por la incapacidad de los responsables, pero como este es el mundo de Subuso, los colombianos podremos reclamar semejante logro en el futuro y figurar con letras de oro en el pináculo de lo más ridículo.
¿Se imagina usted lo que puede ocurrir en esa primera vuelta del 27 de mayo con usted apoltronado en la Registraduría Nacional del Estado Civil, mientras comienzan a llamarlo de todos los rincones para que autorice poner en marcha la “operación mimeógrafo”? De solo pensarlo, como decía el doctor Chapatín, a los colombianos les dan cosas
Nadie le va a creer Doctor Galindo, la transparencia que usted salga a predicar después de este increíble episodio.  Será más transparente la hoja del tamal o el billete que a ojos vistos, y frente a cámaras de televisiones con la pasividad o complicidad de todos, entregaron muchos, de manera cínica y desafiante, a la entrada de algunos puestos electorales.
Pero no todo ha de ser malo para usted. Sin Oscar de por medio, pero sí con Oso Mayor, dese por bien servido al comprobar que fue actor principalísimo en este primer acto, de la comedia secular con la que se entretiene cada dos o cuatro años a los colombianos.
Comenzó con una estelar actuación suya, la comedia “Colombia 2018-2022”, aunque al final la función no haya resultado tan buena como lo esperaban los promotores, aunque todos ellos tienen ya asegurada su parte del botín que habrán de repartirse en los próximos 48 meses.

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