El presidente de Conmebol Alejandro Domínguez, hizo este miércoles un anuncio que abre una puerta que los amantes del fútbol en el continente han esperado durante más de una década: la Copa Intercontinental, que enfrentó durante cuatro décadas a los campeones de Europa y América a partido único en Japón, podría volverse a jugar a partir del 2018. 

"Estamos hablando con la Uefa por reeditar la Intercontinental y una nueva copa que se jugaría entre el campeón de la Europa League y el campeón de la Conmebol Sudamericana", informó el máximo dirigente del fútbol sudamericano en una entrevista radial concedida a un medio paraguayo.

Domínguez fue más allá y reconoció que "ya hay acuerdo verbal de términos y ahora hay que llevar eso adelante. Como es un partido único, habrá que buscar las sedes, los patrocinadores y eso lleva su tiempo de trabajo", precisó. A falta de concretar el tema organizativo, el dirigente enfatizó que la voluntad tanto de Uefa como de Conmebol es materializar este proyecto a partir del próximo año, y dejó entrevér que una posible sede podría ser China.

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La Copa Intercontinental se jugó por primera vez en 1960 entre Real Madrid y Peñarol, con triunfo del equipo español a partido de ida y vuelta. Desde 1980 pasó a jugarse a partido único en Tokio hasta el 2004 cuando Porto y Once Caldas disputaron la última edición con triunfo para los portugueses antes de dar paso al Mundial de Clubes que acogió a los campeones de todas las confederaciones. 

Desde el cambio de formato para definir al mejor equipo del mundo, los nostálgicos de la entrañable Intercontinental han esperado que regrese su formato original, pues si bien el Mundial de Clubes es más incluyente, este torneo no ha tenido ni cerca la emoción del enfrentamiento único en estadio neutro entre el campeón europeo y el sudamericano que fue siempre una de las más esperadas citas en el mundo del fútbol cada año.