Muchas personas me han preguntado sobre lo que se podría hacer para convertir la televisión en un importante medio educativo.
Muchas personas me han preguntado sobre lo que se podría hacer para convertir la televisión en un importante medio educativo. Al respecto sería necesario que el alto gobierno cubra enormes gastos indemnizando a los pocos canales que hoy son los dueños de la televisión, la que es un simple negocio cuando ese medio de comunicación es el factor educativo más importante de toda la sociedad. Pero en la Colombia de hoy el negocio de la televisión es una fuente millonaria para unos pocos que en realidad no están educando.
El sistema educativo debería apoderarse de la televisión y convertirse en algo muy ameno y que al mismo tiempo capacite a toda la población.
Hace unos 50 años el único medio para conseguir un trabajo eran las ‘roscas’ y no se necesitaba capacitación sino tener las condiciones sociales que manejaban toda la comunidad. Apareció la televisión, la que apenas era en blanco y negro, funcionaba en Bogotá y en unas pocas ciudades. Hoy la televisión está en todas partes y cada persona dedica buena parte de toda su vida a ver ese aparato, el cual posee el más alto poder educativo, si bien no está inteligentemente dirigida a enseñar, lo que debería ser altamente divertido.
Dado el momento que hoy vive Colombia toda la televisión debería ser comandada por el Ministerio de Educación, convirtiendo cada aparato de televisión en un maestro ameno que nos enseñe a actuar siempre bajo los principios éticos.
La crisis que hoy vive Colombia por su deficiente educación justificaría una revolución que controle y maneje los medios de comunicación convirtiendo a la educación en el factor fundamental para vivir un nuevo país. Los actuales propietarios de la televisión podrían actuar inteligentemente ayudando a sacar a Colombia de la crisis educativa que nos está llevando a un caos irreparable. La mal educada Colombia actual permitió que se crearan guerrillas como la Farc y el Eln, circunstancias trágicas que nos hacen aspirar a que se solucione la crisis educativa, la que deberíamos corregir urgentemente.