Así lo consideran varios de los exconcejales que para el año 2013 dieron su voto positivo para aprobar la fusión entre UNE y la multinacional Millicom, con la cual se dio vida a Tigo UNE Telecomunicaciones.
A pesar las innumerables críticas que ha suscitado la aprobación del Acuerdo 17 de 2013, por medio del cual el Concejo de Medellín autorizó la fusión de UNE EPM Telecomunicaciones con la multinacional sueca Millicom, varios de los corporados de la época quienes dieron su visto bueno a esta transformación accionaria continúan aseverando, cuatro años después, que “fue la mejor decisión para la ciudad”.
Afirmación que contradice las denuncias que desde el Cabildo municipal ha venido realizando de manera insistente la concejal María Paulina Aguinaga, del Centro Democrático, quien manifiesta que está fusión está incumpliendo el plan de negocios aprobado en cuanto a clientes y a ingresos.
“Hoy tenemos una entidad (UNE) que entregamos con aproximadamente 700.000 millones de pesos de deuda y que pasó a tener 2.3 billones de endeudamiento. Eso ya nos dice en qué estamos parados”, expresó.
En lugar de dar las utilidades ofrecidas durante estos años, según Aguinaga, UNE lleva pérdidas acumuladas por valor de 520.000 millones de pesos. Además, Millicom estaría desmantelando la compañía local apropiándose de elementos importantes de su patrimonio, lo cual se ha concretado en la entrega de la operación y el traslado de su personal operativo con sus conocimientos a la empresa asiática Huawei, sumado a la venta de 1.200 torres de transmisión a American Tower.
“Aprobamos la transformación accionaria de la empresa (UNE EPM Telecomunicaciones) para permitir su fortalecimiento mediante fusión, pero en ningún momento hemos aprobado su privatización. La ciudadanía de Medellín no puede ser engañada por quienes confundan una sociedad estratégica con una venta”, se puede leer en el punto tres del manifiesto público firmado el 8 de octubre de 2013 por parte de los once concejales que aprobaron esta alianza.
Nicolás Albeiro Echeverri Alvarán, representante a la Cámara por el Partido Conservador y quien fuese ponente de la iniciativa hace cuatro años, está convencido de que si no se hubiese aprobado la fusión UNE - Millicom la empresa colombiana “ya estaría en quiebra y poniendo en riesgo el patrimonio de Empresas Públicas de Medellín”.
“Una empresa como EPM, dedicada a los servicios públicos domiciliarios, no se podía descuidar invirtiendo en el tema de Telecomunicaciones, desatendiendo la función y el espíritu de prestar el servicio de acueducto, alcantarillado y energía, los cuales son realmente básicos”, expresó Echeverri.
Y es que según el actual congresista, EPM hubiera tenido que hacer grandísimas inversiones si UNE no se aliaba con la multinacional sueca, las cuales siempre hubiesen sido insuficientes para el desafío de los mercados privados internacionales en cuanto al tema de las Telecomunicaciones.
“Estoy absolutamente tranquilo con la aprobación de esa fusión y la decisión que tomó el Concejo de Medellín. Ahora bien, hoy la discusión es cómo ha evolucionado el negocio, la relación y el control internamente del cumplimiento de las condiciones y de los requisitos que se impusieron en el acuerdo, de lo cual no conozco verdaderamente la intimidad, pero ahí es donde debe centrarse el debate”, dijo.
Opinión que comparte el exconcejal del Partido Cambio Radical, Carlos Mario Uribe Zapata, quien destacó que UNE no hubiese logrado mantenerse en el negocio de las Telecomunicaciones sin esta transformación accionaria, por lo cual con la llegada de Millicom, que comercialmente es conocida como Tigo, “la balanza se inclinó a algo más competitivo”.
“No podíamos permitir que, para sobrevivir, UNE estuviera utilizando capital de EPM, pues esta es la que le aporta al presupuesto de la ciudad un billón de pesos cada año para proyectos de inversión social que llegan a las 16 comunas y cinco corregimientos de Medellín”, explicó Uribe.
Además, el excorporado considera que es un “sofisma de distracción” el creer que UNE o EPM son empresas que le pertenecen a la ciudadanía, pues de ser así, “en el caso de Empresas Públicas, por ejemplo, no nos cobrarían los servicios públicos ni tampoco hubieran tantas familias desconectadas”.
“EPM es una empresa rentable del Estado que tiene que seguir siendo pública precisamente para lo que decía anteriormente, para que le pueda seguir entregando a Medellín ese billón de pesos anual” apuntó.
Y es que por la característica netamente pública que tenía UNE, según el también exconcejal de Medellín por el Partido Liberal, Carlos Mario Mejía Múnera, si en estos momentos no existiese la organización Tigo UNE Telecomunicaciones tendríamos una entidad local “absolutamente incapaz de competir en este gran mundo, en este gran negocio”.
“No se puede dejar a un lado que esta industria de las telecomunicaciones necesita herramientas que sólo brinda el sector privado para tener una competencia adecuada, lo que habría pasado, sin el Acuerdo 17 de 2013, es que UNE se habría tragado los recursos de EPM, los cuales no ha tocado desde el momento en que realizó la fusión”, aseguró.
Mejía resaltó que en la actualidad Tigo UNE se encuentra en segundo en la competencia de las telecomunicaciones al lado de Movistar y Claro, “lo cual demuestra resultados beneficiosos”.
A pesar de la posición de los excabildantes, hay quienes por el contrario consideran que lo mejor que le hubiese podido pasar a UNE era haber permanecido como estaba, sin descartar algún tipo de sociedad de carácter estratégico, pero sin comprometer ni su patrimonio ni su propiedad.
Así lo manifestó Javier Gaviria Betancur, presidente de la Liga de Usuarios de Servicios Públicos Domiciliarios, para quien la compañía antioqueña estaría “indudablemente privilegiada en el concierto nacional en telefonía pública básica conmutada y en el servicio de voz y datos de no haberse dado esta fusión”.
“Después de conocerse la situación tan complicada que viene atravesando UNE desde el punto de vista financiero y desde el punto de vista patrimonial, desde la Liga creemos que era más ventajoso haber permanecido con una empresa 100% pública, y no con una que esté poniendo en riesgo su patrimonio, el patrimonio EPM y el del municipio”, aseveró.
Finalmente, Gaviria sentenció que es un “absoluto desacierto y una decisión profundamente equivocada” el haber aprobado esta alianza en su momento, aunque no descartó que “aún tenemos la oportunidad de recuperar a UNE como patrimonio ciento por ciento de los medellinenses”.