En el último discurso “cometido” por el Primer Mandatario al despedir a su Santidad, al finalizar su reciente visita, afirmó que le había entregado al Papa, el “pegote” blanco que había llevado durante las conversaciones en la Habana, porque ya “estábamos en un País en Paz”. Y al volver a “cometer contumazmente” otro discurso en la ONU, apareció ya sin el pegote mencionado. Ni siquiera lo reemplazó con un símbolo patrio como la bandera o el escudo.

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La paloma es un ave Colúmbida de la familia de las columbiformes, (¡Queda claro ¿no?!) es un ave “dotada de gran inteligencia”, a pesar de lo cual ha sido adoptada abusivamente en algunas campañas que buscan “la añorada Paz”.

El símbolo de la Paloma de la Paz, fue usufructuado descaradamente para hipnotizar y obnubilar a la comunidad, y no revelar las verdaderas intenciones, que había en el fondo, de la entrega al mamertismo internacional de la Institucionalidad Colombiana. Ese “pobre símbolo ejemplar” estuvo enjaulado, a la manera de un campo de concentración de las Farc, dentro de una maraña de cantos a la bandera, de verdaderas “cortinas marxistas leninistas” y “apariciones de la virgen”, que al ser confrontadas con las realidades de apuño, y al darle la oportunidad, “bajándole el enjaulamiento” porque ya no les era tan necesaria, optó por tomar las de Villadiego. ¡Se les voló!

¡Si, se les voló! Porque estaba hastiada (Hastiado= harto, abrumado.) y asqueada (viene de Asco= Sentimiento desagradable provocado por algo que repugna) al ver todo lo que a su alrededor se tejía, utilizándola como símbolo nefasto, para cohonestar toda clase de atropellos en contra de la comunidad.

Es que todo lo relacionado con el “tal” posconflicto provoca las mismas sensaciones que asaltaron a la “pobre paloma”. Las mentiras e incumplimientos de las Farc, la JEP y la “nueva” revelación. “que todos sabían”, de la corrupción de las cortes, que, entre otras cosas, han cohonestado todas las tramoyas y triquiñuelas que han traído consigo las “tales” conversaciones de la Habana, dizque en busca de una “Paz, estable y duradera”. Este lema vuelve a traer a la memoria el cuento de las “Señoritas toreras mejicanas”, que resultaron no ser mejicanas, no ser toreras y no ser señoritas. ¡El que entendió, entendió!

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Entre los grandes incumplimientos de las Farc está todo lo relacionado con el narcotráfico, pero ya salió el Primer Mandatario a disculparse, pretendiendo compartir la culpa con los consumidores gringos, olvidándose del consumo interno. No debe olvidarse que, el incremento de este consumo interno, tiene una de las causas en las sentencias de las cortes, relacionadas con “El libre desarrollo de la personalidad” y la “dosis personal”. También a nivel de cortes, descartaron pruebas fundamentales para enjuiciar a personalidades vinculadas con la guerrilla.

Se ha tratado de explotar la visita de su Santidad, para engañar a la población diciéndole, que todo el embeleco de la Habana y el “tal” posconflicto han sido aprobados por el Papa. Esta visita, al pasar los días, va dejando una sensación muy triste e incómoda, que obliga recordar el cuento del hijo de un agente viajero, que al ser preguntado: ¿Quién era su papá?, respondía: Es un señor que cada dos o tres mese viene ¡nos regaña y se va!

Da mucho asco también, ver como se siguen moviendo en la alta política, personajes como los 8.000 veces indignos, y ya, hasta uno de ellos tiene aspiraciones presidenciales y otro anda pretendiendo dar lecciones de ética y orientando a un partido tradicional. La comunidad se “sorprende” por la proliferación de precandidatos a la primera magistratura, recogiendo firmas.

¡Claro! Con partidos políticos sin ideologías y programas, surgen toda clase de alianzas y compromisos entre los cuales campea la corrupción. Al respecto diría Marañas: “Después de Santos, cualquier cosa”.