Así lo señaló el secretario general de la ONU, António Guterres, quien además abogó por cambios en “cultura, estrategia, estructuras y operaciones” de la organización.
Prevenir los conflictos debe ser la prioridad máxima de Naciones Unidas, según defendió ayer su nuevo secretario general, António Guterres, quien prevé reformas para que la organización sea más ágil a la hora de mediar e intervenir en las crisis.
“La prevención no es sólo una prioridad sino la prioridad. Si cumplimos con nuestras responsabilidades, salvaremos vidas, reduciremos el sufrimiento y daremos esperanza a millones de personas”, dijo Guterres en su primer discurso ante el Consejo de Seguridad desde que asumió el cargo.
El diplomático portugués adelantó que quiere “todo un nuevo enfoque” en este ámbito y abogó por cambios en la “cultura, estrategia, estructuras y operaciones” de la ONU.
“Debemos reequilibrar nuestro enfoque sobre paz y seguridad. Durante décadas ha estado dominado por la respuesta al conflicto. Para el futuro, debemos hacer mucho más para prevenir la guerra y mantener la paz”, subrayó.
Esa idea sigue la línea de la estrategia impulsada en los últimos años por el anterior secretario general, Ban Ki-moon, quien insistía en la importancia de identificar a tiempo las señales tempranas de posibles conflictos para atajarlos de raíz.
En muchas ocasiones, sin embargo, Ban se encontró con la falta de voluntad del Consejo de Seguridad para actuar de forma preventiva, algo que Guterres quiere cambiar.
Para el portugués, lo fundamental es fomentar la confianza y la cooperación entre los estados miembros y entre estos y la ONU.
“Demasiadas oportunidades de prevención se han perdido porque los estados miembros desconfían de los motivos de los otros y por preocupaciones sobre la soberanía nacional”, según Guterres, quien dijo comprender esos temores dado el desequilibrio de poder en el mundo y el uso “selectivo” que se ha hecho en el pasado de ciertos principios.
Así, insistió en que la prevención de conflictos no puede nunca utilizarse con fines políticos ni con “dobles raseros”.
“Pero eso no quiere decir que no hay estándares. La acción preventiva es esencial para evitar atrocidades masivas o graves abusos de los derechos humanos”, recalcó.
Guterres, sin embargo, tendrá que lidiar con un Consejo de Seguridad muy fracturado, a la espera de los cambios que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca pueda traer a las relaciones entre EE.UU. y Rusia.