Respecto a esa iniciativa, aprobada por el Concejo de Medellín, profesores de la Universidad Nacinal argumentan que la medida no reconoce los aportes de la ganadería y dicen que el sector se debe apoyar más.
Luego de que un grupo conformado por 17 profesores de la Universidad Nacional protestara, mediante una carta, contra la intención del Concejo de Medellín con la que se pretende instaurar un día sin carne a la semana en el Programa de Alimentación Escolar (PAE) en la capital antioqueña, el concejal Álvaro Múnera, quien encabeza esta iniciativa, comentó a EL MUNDO que uno de los logros más importantes de esta será la generación de conciencia en los estudiantes acerca las problemáticas ambientales.
Según resaltó el corporado, con el día sin carne se busca "atender las sugerencias de la comunidad científica internacional. Hace un mes, 15.000 científicos de 184 países emitieron un comunicado con 15 recomendaciones para la humanidad, con el objetivo de retrasar los efectos del cambio climático, y una de esas recomendaciones es que empecemos a fortalecer más la alimentación basada en vegetales y menos en animales".
En ese sentido, el concejal Múnera afirmó que “no pretendemos que nadie se vuelva vegetariano, sino que los niños empiecen a mirar una opción para reforzar más la alimentación vegetal que la animal, por recomendación de la comunidad científica internacional".
"Ellos defienden su trabajo, la producción de animales"
Respecto a la protesta de los profesores de la Universidad Nacional, el corporado argumentó que la decisión del Concejo, que ya aprobó la iniciativa en segundo debate, se fundamenta en recomendaciones y estudios de "la FAO, la Organización Mundial de la Salud, la Cumbre climática de París y hasta de la misma Unicef, que advierte que se están muriendo al día 1.000 niños por fata de agua potable; y la ganadería se gasta un 8% de agua más que todas las demás actividades humanas”.
Asimismo, expresó que es comprensible que los profesores de la Universidad Nacional se encuentren en contra de la medida porque “ellos defienden su trabajo, que es producir animales de abasto".
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Además, dijo que “de todas maneras los niños no reciben actualmente carne los cinco días de la semana en los colegios; una semana reciben tres, otras dos", por lo que lo más importante es promover en los estudiantes actitudes acordes a las necesidades ambientales que se evidencian actualmente en el planeta.
El concejal recalcó que el día sin este alimento en las instituciones educativas “no nos lo inventamos nosotros. Ya hay 26 países que tienen un día sin carne en los colegios. Ya lo tienen en países como Estados Unidos, Canadá; en Europa, Reino Unido, Bélgica", entre otros.
"Se debe promover"
Por su parte, Rolando Barahona Rosales uno de los firmantes de la misiva, profesor titular de la Universidad Nacional sede Medellín, y quien se desempeña en el área de alimentación y nutrición animales, dijo a EL MUNDO que “sentimos que la posición del Concejo está basada en información errada".
Subrayó el aporte que el sector ganadero a la economía: “algo que poco se reconoce dentro de este Acuerdo del Concejo, es que la ganadería es una de las pocas actividades que se desarrolla y genera empleo en lugares donde otras no son posibles, como en lugares áridos".
“La ganadería le provee trabajo en el mundo a casi el 90% de los pueblos rurales. Es una actividad que genera empleo, que permite el uso legal de la tierra y que además se puede mejorar", añadió.
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Acerca del tema del cambio climático y calentamiento global, manifestó que aunque “la ganadería bovina tiene un impacto bastante alto, con lo que tiene que ver con las emisiones nosotros desde el sector ganadero lo vemos no como la amenaza sino como la oportunidad" para mejorar.
Hablando de los sistemas silvopastoriles, que integran el manejo de árboles y arbustos en la producción ganadera, afirmó que en trabajos realizados por la Universidad Nacional de Colombia sede Medellín, se han reportado reducciones en las emisiones de metano hasta del 35%.
“Yo pienso que haría mejor el Concejo invirtiendo en apoyar a los productores y ganaderos para reducir la huella de carbono de la producción de carne, con lo cual estaría fomentando el ingreso, el trabajo familiar, el trabajo de pequeños y medianos campesinos, porque algo acerca de la huella de carbono de la ganadería es que tiene un enorme campo para mejorar".
Por otro lado, el académico hizo énfasis en los aportes nutricionales de la leche y la carne de origen bovino a la salud, aspecto en que, según aseveró, se deben tener en cuenta las cualidades benéficas para conservar los estándares adecuados en materia de tensión arterial, gracias al ácido linoléico conjugado, contenido en estos alimentos. Asimismo, dijo, la contribución también tiene cualidades anticancerígenas.
No se vulneran los derechos
Respecto al tema, el abogado Juan Esteban Alzate Ortiz, docente de Derecho Constitucional de la Universidad de Medellín, expresó que el cambio en la dieta de los menores no supone la vulneración de ninguno de sus derechos.
“La clave es que los niños tengan una sana alimentación garantizada que les permita acudir a estudiar, esa es la idea de la alimentación escolar. Si se cambia la carne por otros alimentos que cumplan a cabalidad con la función de nutrir, no hay ninguna afectación a ningún derecho fundamental", recalcó.
Reducir la carne de la dieta de una persona durante un día, en principio no genera ninguna afectación nutricional para ningún ser vivo, "por lo que en el caso de los menores adscritos al PAE no se afecta su desarrollo ni ningún derecho fundamental en la medida en que siguen siendo bien alimentados con productos distintos a los cárnicos", enfatizó.