“La gente sabe que en Barbosa esto está cambiando y que le estamos dando otra cara”. Con estas palabras el alcalde de Barbosa, Édison García Restrepo, resumen lo que ha sido su primer año de gestión, del cual destaca las bondades que ha tenido, no solamente su Plan de Desarrollo, sino la posición que el municipio está adquiriendo como punto estratégico para el desarrollo del Norte de Antioquia.

“La gente ve que hay ganas de invertir,  se compran terrenos, así que va a ser notorio que Barbosa es un gran polo desarrollo”, asegura, en referencia a las vías que hoy conectan esa localidad, como la doble calzada a La Pradera y las futuras autopistas de la prosperidad hacia Caucasia y el Magdalena Medio. “El desarrollo está en Barbosa que va a tener un asentamiento importante de la industria”, reiteró.

El mandatario dialogó con EL MUNDO sobre lo que ha sido su primer año al frente de la localidad.

Hace un año usted planteaba que su principal reto era la educación ¿cómo le fue este año con eso?

Una de las prioridades era generar oportunidades para los jóvenes, por eso hoy tenemos suscritos 10 convenios con instituciones de educación superior en carreras técnicas, tecnológicas y de educación superior. El Sena ya está de tiempo completo en Barbosa y tenemos dos promociones de graduados en carreras técnicas y alrededor de 22 programas. El año entrante iniciaremos la parte tecnológica. Además, invertimos 12.000 millones de pesos en infraestructura educativa que entraremos a ejecutar en 2017.

También entregué tiquetes de transporte con el 50% de descuento. Hoy todos los estudiantes de Barbosa que estudian en universidades de Medellín cuentan con un carné con el que pueden pagar $1.600 pesos para trasladarse de Barbosa a Medellín y de Medellín a Barbosa.

Igualmente firmamos un Acuerdo municipal para todo el tema de educación superior con el programa Conjuntos, creando becas para que los mejores estudiantes puedan ingresar a la universidad, becándolos por parte del municipio y con ayuda de un fondo que iremos fortaleciendo cada vez más.

¿Cuál fue en balance del año en Seguridad?

En los últimos cuatro años se presentaron más de 220 asesinatos de jóvenes en Barbosa, una cifra alarmante para Antioquia y Colombia. Hoy, este año, no se presentó ninguna muerte violenta. Solo un caso aislado de un bus de concesión en límites con Barbosa, pero en nuestro territorio no se ha presentado ni un solo homicidio.

Muchas veces lo que pasa con las estadísticas es que arrojan los muertos al río Medellín y vienen a parar en La Pradera, con jurisdicción de Barbosa, y lo apuntan como si fuera de acá, pero Barbosa redujo en más de un 80% sus tasas de homicidio.

Así que he estado más pendiente del comandante de la Policía, de los Consejos de Seguridad, del personal de la fuerza pública, además de los presidentes y líderes de juntas de acción comunal, quienes siempre avisan todo. Eso nos ha ayudado mucho, porque una vez informados, nosotros podemos tomar acciones o pasar a la fuerza pública.

Pero el problema más grave es la falta de convivencia ciudadana y la violencia intrafamiliar. Ya me he enfocado en eso en los Consejos de Seguridad con mucho trabajo de pedagogía e interdisciplinariedad junto con la Comisaria de Familia, la Policía, los trabajadores sociales,  infancia y adolescencia. El tema radica en la intolerancia y falta de autoestima por parte de las mujeres. En mi alcaldía, tengo más de 300 mujeres empleadas. El objetivo es ayudarles a recuperar su autoestima y brindarles ayuda para que se puedan defender por sí mismas.

¿Cómo avanzó la política para la zona rural?

Barbosa es el municipio del área metropolitana más rural y extenso después de Medellín. Tenemos 206 kilómetros de los cuales 203 son rurales y tenemos 57 veredas. Es excesivamente grande, entonces clasificamos al municipio por aldeas, cada una con 5 y 6 veredas. Eso nos ha permitido trabajar de una manera más ordenada, con más eficacia y agilidad, porque todo lo tramitamos a través de dichas aldeas, que tienen también su propio consejo territorial.

Una de las primeras cosas que hicimos con el Plan de Desarrollo fue institucionalizar, a través de Acuerdo municipal, el presupuesto participativo. Vamos a tener en cuenta a las juntas de acción comunal y a trabajar de la mano con el tema de mejoramiento de vivienda, con proyectos productivos, casetas comunales y convenios solidarios.

Por fortuna, el mejor centro de transformación agrícola y pecuario lo tenemos en Barbosa en el primer piso del Centro Administrativo y de Servicio (CAS). Fue señalado como el mejor por el Sena, el secretario de agricultura departamental y la Fundación Social y en ese espacio trabajamos la producción de alimentos como el café gourmet. 

Ya en Barbosa existe una empresa donde estamos exportando varias frutas como el aguacate. Algunas zonas donde solo existía la papa, por ejemplo, ya la están cambiando por esta fruta, sobre todo en zonas limítrofes como Concepción y el Valle de San Nicolás.

El café, la caña y el precio de la panela han sido también temas magníficos. Una carga de panela hoy vale entre 75.000 y 80.000 pesos y el campesino está muy contento con eso. Tenemos alrededor de 40 trapiches. En una primera instancia eran 65, pero ha venido rebajando el precio precisamente por lo malo que estaba, pero esperamos que con el valor actual se vuelva a levantar. 

Asimismo, empezamos con las unidades sanitarias para ayudarles a todos los trapiches y el año entrante nos presentaremos en proyectos con la Asociación de paneleros de Barbosa,  para empezar a priorizar los trapiches en deterioro.

¿Avances en empleo y formalidad?

Aún se necesita más empleo. Estamos haciendo lo posible para que la industria se asiente acá. También hemos hablado y tenido un acuerdo con los empresarios que tienen industria para para que tengan en cuenta a nuestros jóvenes y gente de Barbosa. Tenemos una oficina del empleo liderada por el Ministerio del Interior y el Área Metropolitana y que hoy está trabajando de la mano con empresas, comercio e industria. Hemos generado más de 250 empleos. Antes no había articulación entre esa oficina pública y el sector privado y hoy sí la veo. Cuando una empresa va a hacer cualquier operación o trabajo, inmediatamente se reúnen con nosotros, nos dan prioridad y de esta manera hemos empezado a formalizar la situación del empleo. Es importante que la gente sepa a donde llevar su hoja de vida. También hemos realizado brigadas y campañas a favor de que las personas puedan inscribirse para iniciar este proceso.

¿Cómo le fue con las finanzas?

Desde la Secretaria de Hacienda se ha hecho un esfuerzo muy grande, porque hemos cancelado alrededor de 5.000 millones de pesos de proveedores y con recursos propios. Es un esfuerzo enorme el que hicimos este año, porque con este pago saneamos en un 80% las deudas y ya no debemos sino como a 800 y pico de proveedores y la administración anterior nos había dejado cerca de 6.000 millones en cuentas por pagar. Una de las medidas que tomamos fue crear una cuenta para cada corporación o entidad para poder estar al día y saber con qué contamos.

¿Cómo están en términos de salud? ¿Cuál fue el balance?

Cuando yo asumí la Administración encontré al hospital San Vicente de Paul de Barbosa con más de 3 mil millones de pesos de deuda. Tuvimos unas administraciones que juraban que el hospital era privado o lo hicieron privado, nosotros nos tomamos la tarea de volverlo público nuevamente y aproximadamente en febrero finalizaremos ese proceso. Será una red pública que le prestará servicio a los más vulnerables.  

Antes, en el hospital de Barbosa se contrataba por cooperativas, yo quité eso y ahora contrato directamente el personal que necesitamos. Por otro lado, el tiempo de espera pasó de 4 horas en urgencias a 20 minutos y estamos haciendo brigadas de salud preventiva por todo el territorio.

Hoy estamos adelantando una infraestructura para la atención de madres gestantes y contamos con un gerente muy humano de mucha experiencia. Eso ha ayudado mucho, porque  propendemos a que se genere un buen ambiente en atención de salud.

La movilidad es un problema común en la región. ¿Cómo está en Barbosa?

Estamos organizándonos mucho y tenemos todo el anhelo de generar la Central de Transporte. Estamos direccionando eso hasta un punto estratégico, porque Barbosa todos los días está creciendo y no nos podemos quedar sólo en el parque, tenemos que salir de la parte céntrica. Hay un sitio ya identificado para hacer una alianza público-privada y poder generar una central de transporte grande donde puedan estar los buses intermunicipales, taxis y vehículos veredales.

Lo que estamos haciendo ahora es capacitar en movilidad, reforzando el tema de agentes de tránsito y estamos con el proyecto de comprar las primeras bicicletas para que los agentes dejen a un lado la moto y anden más en este medio de transporte,  la topografía además nos lo permite.

Estamos en proyección de hacer ciclorutas y andenes peatonales, porque tenemos que garantizarle más la movilidad a la gente que a los vehículos. Ya suscribimos un convenio con la Gobernación y el Área Metropolitana para 50 kilómetros de cicloruta que vienen desde Bello, Copacabana, Girardota, Barbosa y van hasta los charcos de Barbosa. También vamos a tener más andenes y accesibilidad para discapacitados. Vamos a cerrar algunas calles y a convertirlas en espacios meramente peatonales, sacando buses y colectivos.

Otra problemática es que antes se usaba mucho el mototaxi, y la forma que encontré  para desestimular esta práctica fue ampliándole las rutas a los campesinos para que no tengan que tomar ese servicio y, segundo, dándoles oportunidades a los mismos mototaxistas.  Hoy tengo tres que ya son agentes de tránsito, los integré en julio, los puse a estudiar y ya no son parte del problema, sino de la solución.

También finalizamos este año con 3.000 kilómetros de pavimento en vías terciarias e iniciamos a mediados de diciembre con otros 3.5 kilómetros de pavimentación cuando en Barbosa llevábamos más de 20 años sin pavimentar una sola vía terciaria.

¿Y en cuanto a vivienda?

Con la ola invernal hemos ayudado a muchas familias cuyas viviendas salieron afectadas por el invierno, pero lo importante es que este año organizamos todo con el Fondo Nacional del Ahorro, con Viva y con el municipio. El fondo del ahorro estuvo analizando un lote nuestro para hacer 320 unidades de vivienda. El lote está cerca a los colegios, iglesia y hospital. Está todo muy adelantado. Falta expedir prontamente la licencia para empezar a trabajar. Las relaciones con el sector empresarial en ese sentido han sido muy positivas, porque los mismos empresarios están con la buena voluntad de ayudar a sus empleados con cesantías y préstamos para poder adquirir esas viviendas, que son de 60 metros aproximadamente y están en cerca de 70 millones de pesos. El municipio pone entre el 30% y 40%, dependiendo del terreno, y el Fondo Nacional del Ahorro pone otro porcentaje. Lo cierto es que  la gente queda con una facilidad de pago como de 190.000 pesos mensuales,  más barato que un arriendo.  

¿Cómo fue el balance en empleo e informalidad?

La informalidad fue muy alta por el mismo desempleo. Por eso tengo interés en los efectos positivos que podría tener la Fábrica de Licores. Si la decisión de su presencia en Barbosa llegara a ser positiva con seguridad muchas empresas también tendrían la confianza de venir. Tenemos una oferta inmobiliaria muy grande, cantidades de tierra enorme, 59 quebradas, servicios, todo para que los empresarios se asienten acá.