Su importancia podría crecer si sus inquietantes glosas a la figura de Donald Trump y a las circunstancias que lo llevaron a la Casa Blanca se han de revelar medianamente correctos.
Impelido por una honesta curiosidad- y quizás también por el gusto que murmuraciones y chismes suelen obsequiarme– me entregué durante no pocas horas a leer las más de 200 páginas del texto hilvanado por Michael Wolff. Supongo que verá la luz también en español y en hebreo en días próximos a pesar de su efímero valor como pieza literaria. No obstante, su importancia podría crecer si sus inquietantes glosas a la figura de Donald Trump y a las circunstancias que lo llevaron a la Casa Blanca se han de revelar medianamente correctos.
No aludiré aquí a las presuntas debilidades personales de Trump que ya han merecido amplias apreciaciones y comentarios en los medios. Entre ellas: sus arranques agresivos, el marcado egotismo, la sensualidad desenfrenada, la lejanía respecto a su esposa Melanie, y su afiebrado rechazo a minorías susceptibles de afear la blanca cultura norteamericana. El devenir probará si estos juicios tienen algún sustento o se derivan más bien de percepciones equivocadas.
Juzgo que otros temas esbozados en el libro de Wolff merecen superior atención. El autor puntualiza que llevó a cabo más de 200 entrevistas a fin de esclarecer qué ocurrió antes y después de la elección presidencial. Entre otros temas señala el apoyo decisivo- financiero y político- del multimillonario judío Sheldon Adelson quien, junto con Jared Kushner y su esposa Ivanka, estarían auspiciando el resuelto y continuo apoyo a Israel, que incluiría una sólida resistencia a Irán como potencia nuclear.
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Steve Bannon- el personaje que condujo a Trump a la candidatura presidencial- es el héroe y el villano en estas páginas que, sin su aporte y las confesiones ofrecidas a Wolff, difícilmente habrían visto la luz. En particular, el tercer capítulo describe exhaustivamente su peso en la campaña electoral y el ascendiente en las primeras actitudes de Trump. También se señala allí el inicio de una franca actitud hostil hacia Ivanka y Jared Kushner, una pareja que en el curso del tiempo logrará desplazarlo.
Ya desalojado de la Casa Blanca y con apenas disimulado rencor, Bannon emite opiniones desiguales sobre Trump ahora dueño y señor en la Casa Blanca. Apunta, por ejemplo, que su memoria es parcial y limitada, que los libros no le interesan, que es un fanático rehén de la televisión, y que es pobre y parcial su cultura política. Y resueltamente sentencia: sin mi asesoramiento, Trump jamás habría ganado las elecciones.
No faltan en el libro referencias a múltiples actores como al vicepresidente Mike Pence- " pálida figura"- y comentarios en torno a las repetidas tensiones de Trump con la CIA, el FBI, y una decena de células de la inteligencia militar. También Goldman Sachs- un joven amigo de los Kushner y multimillonario por esfuerzo propio – aparece constantemente en estas páginas. Sin embargo, ni Sachs ni los Kushner- si de ellos dependiera- se inclinarían a adherir a la tendencia presidencial en favor de la extrema derecha europea así como a su hostilidad respecto a minorías y migrantes.
En suma: se trata de un libro escrito con excesiva prisa a fin de satisfacer la afiebrada curiosidad de no pocos lectores y electores. Da buena cuenta, sin embargo, de los personajes, los asuntos y las intrigas que condujeron a Trump – para su sorpresa – a un lugar desde el cual determinará el rumbo y la viabilidad del mundo.