El ministro del Interior, Guillermo Rivera, manifestó que no ha sido culpa del Gobierno lo sucedido con las tarjetas electorales de las consultas interpartidistas, y que todo fue responsabilidad de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
El Gobierno Nacional se refirió al hecho controversial que se vivió en esta jornada electoral cuando las tarjetas electorales para las consultas interpartidistas se acabaron en varias mesas de votación del país.
Ante la apremiante situación, el registrador nacional, Juan Carlos Galindo, explicó que “se autorizaron las fotocopias en los puestos de votación donde se acabaron los tarjetones. Eso sí, aclaró, sólo aquellos “que fueron firmados por los jurados” y esos fueron los válidos, además de los que repartió la Registraduría y no los que estuvieron imprimiendo a título personal algunas personas.
El ministro del Interior, Guillermo Rivera, manifestó que el Gobierno se propuso que estas fueran las elecciones más seguras, transparentes y masivas, y que por ello se trabajó para brindar garantías a todos los actores en el proceso que elige a los candidatos para la Presidencia de derecha e izquiera y también elegirá el futuro del Congreso de la República.
"Se dispusieron recursos para 30 millones de tarjetones, 15 millones para cada una de las consultas interparidistas, lo que nos pareció un número suficiente. Lo que ocurrió claramente fue un tema de distribución de las tarjetas en cada una de las ciudades. Esa es una clara competencia de la Registraduría y no del Gobierno Nacional".
De la misma forma, reiteró que no se trató de un problema de falta de tarjetas electorales, o de presupuesto, y que sólo recae en un problema de distribución y como consecuencia se agotaron en varias mesas.
Asimismo, el ministro negó rotundamente que el Gobierno estuviese detrás de un fraude electoral frente a la consulta de la Gran Colombia, que integran Iván Duque, Martha Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez.
"No hay manera de que se diga que hay fraude orquestado por el Gobierno Nacional, porque el Gobierno no es autoridad electoral. En Colombia, por fortuna, funciona la separación de los poderes públicos, el Gobierno no tiene injerencia en la organización electoral, que es autónoma. Lo único que hace es disponer de los recursos presupuestales necesarios para que la organización electoral pueda adelantar las elecciones", puntualizó Rivera.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, sostuvo que en el departamento de Antioquia se puso un mecanismo de acción y respuesta inmediata frente a la falta de tarjetas electorales para la consulta de derecha, que consistió en la impresión de cerca de 50.000 fotocopias que se distribuyeron en los puntos de votación y que de estar firmadas por los jurados serán válidas como votos para tal efecto.
Cárdenas también fue enfático en decir que el Gobierno apropió los recursos suficientes para la impresión de las 30 millones de tarjetas electorales: "Se contó con 26.450 millones de pesos, mucho más de lo que se había girado en la consulta de hace cuatro años, donde se giraron menos de 15 mil millones".