Durante años la Corporación Cívica Centro de Medellín, Corpocentro, ha defendido el Centro de la ciudad como un lugar lleno de vitalidad que tiene mucho para aportar al resto de sectores, a sus habitantes, visitantes y vecinos. La gran oferta comercial, cultural e histórica, y la presencia de diferentes instituciones educativas y la cantidad de turistas que llegan a diario, dan muestra de lo anterior. 
Parte del trabajo que desarrolla esta corporación se basa en el mejoramiento para el disfrute del Centro, entendiendo que los resultados benefician a toda la ciudad. EL MUNDO conversó con Jorge Mario Puerta Soto, director ejecutivo de Corpocentro, acerca de los proyectos que se vienen ejecutando en el sector, lo que hace falta por intervenir y la necesidad de este espacio para el resto de la ciudad. 

¿Qué está pasando en el Centro?
Hay una gran apuesta del sector público, por parte de la Alcaldía de Medellín, en la construcción de unas nuevas obras que pretenden cambiarle la cara al Centro. Entre ellas, por ejemplo, se encuentra lo que se está haciendo en la Galería Bolívar, el proyecto para volver verde la Avenida Oriental y la intervención de algunos parques que se iniciará en los próximos meses. 

A la par de estos proyectos, ¿cuál es el papel de Corpocentro? 
Hacemos un acompañamiento al comercio y a los habitantes para mantenerlos informados, revisar los avances de las obras y las afectaciones que puedan causar. También nos hemos sentado con la Alcaldía municipal para compartir experiencias, siempre buscando la protección al comercio y a los residentes. 

¿Cuáles otros proyectos conocen para el Centro?
Tenemos conocimiento de uno que está en déficit: la construcción de las nuevas viviendas que pretenden repoblar con nuevos habitantes el Centro, sin embargo, hasta el momento no hay nada. 

¿Qué aspectos hace falta que se trabajen más en el Centro?
Desde el sector público, al menos, se debe trabajar mucho más a los aspectos sociales. Aunque tenemos grandes problemáticas de espacio público, movilidad y seguridad, estas no se solucionan solamente con obras físicas.  
Por ejemplo, la preocupación en este momento de las asociaciones de comercio informal y formal, es que con la construcción de las obras y las calles cerradas, se realizó un traslado temporal de venteros informales que no se sabe dónde serán reubicados cuando se culminen las labores de infraestructura, pues no todos podrán quedar en el mismo lugar en el que estaban.   No estamos viendo posibilidades de trabajos que formalicen la situación de los empleos informales ¿Qué posibilidades tienen esos venteros informales hoy de capacitarse, de formarse, de acceder a un empleo formal, de generar trabajo asociativo en los barrios, etc. para descongestionar un poco los espacios públicos? Muchos de ellos no pueden acceder ni siquiera en ocasiones a un empleo básico, porque no tienen terminada su primaria o su bachillerato y ahí tampoco estamos viendo qué trabajo se hace para brindarles a ellos posibilidades de estudio. Eso es un tema social muy fuerte que necesita un trabajo urgente. 

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¿Cuál es la otra labor fuerte que se necesita en el Centro? 
Aunque se han invertido miles de millones de pesos en la situación de los habitantes de calle, el problema sigue creciendo. El trabajo fuerte frente a esto se debe hacer desde la prevención, desde lo social. ¿Qué estamos haciendo para que las personas no terminen en las calles? Esta reflexión se debe hacer desde la infancia, desde las familias y en los barrios.

¿Por qué es necesario “recuperar” el Centro?
No hablaría de recuperar, porque se recupera lo que está perdido y el Centro no está perdido. Además, cuando se habla de recuperar, es cuando tienes un Centro donde no pasa nada. El Centro es lo suficientemente vital, muestra de ello es que por allí, al día transitan cerca de 1.200.000 personas y tiene la mayor oferta comercial de toda la ciudad. Aquí hablamos de resignificar el Centro. Las obras que se hacen alrededor de él son importantes porque resignifican el lugar, lo hacen más vivo y agradable. Necesitamos que sea un Centro llamativo para toda la ciudadanía como lo fue hace algunos años. 
Cualquier ciudad del mundo que sea de importancia para el turismo, tiene en el centro los mayores atractivos, y Medellín no es la excepción.

¿Qué tiene el Centro para ofrecerle a la ciudad y a sus habitantes? 
La Comuna diez se compone de más de 22.000 establecimientos comerciales, cuenta con una oferta educativa amplia, una ruta gastronómica variada donde se encuentran unos de los mejores restaurantes de la ciudad y tiene una oferta cultural grandiosa. Además, la riqueza arquitectónica del barrio Prado, que es el único barrio patrimonial que tiene Medellín. 

¿Qué debe venir para el Centro?
Hace muchos años grandes empresas y compañías tuvieron su sede en el Centro de Medellín y allí se hicieron importantes, luego se trasladaron. Es necesario que estas empresas vuelvan al Centro de alguna manera y que el sector privado invierta en él. 

¿Qué es el Centro?
Es el reflejo de nuestra ciudad. Si uno quiere realmente conocer qué es Medellín, cómo es la gente de Medellín y sus características, tiene que andarlo. 
El Centro se puede disfrutar y caminar tranquilamente. Es una invitación a disfrutarlo, a vivirlo de día y a conocer su vida nocturna, que es apasionante. Cuando la gente entiende esto, lo conoce y lo disfruta. Hay una vida muy buena en el Centro de Medellín.