Tratando de adivinar a cual vaso se refería el Primer Mandatario, debe analizarse la posibilidad de considerar un “Vaso de la Paz”.
En uno de los últimos discursos “cometidos” por el Primer Mandatario, trajo a colación el concepto del “Vaso medio lleno” que define a los optimistas, contrastando con el “Vaso medio vacío” correspondiente a los pesimistas, para establecer la “tal” polarización de la comunidad.
Es necesario recordarle al señor Presidente, que: “un Pesimista es un Optimista bien informado”.
Pero hay mucho más: así como nunca se definió cual era el nivel aceptable de la corrupción, en este caso es preciso definir: ¿A cuál vaso se refirió el Primer Mandatario?
Resulta que existen los Vasos Sanguíneos que son “estructuras huecas y tubulares que conducen la sangre impulsada por la acción del corazón”.
También existen los Vasos Comunicantes: “conjunto de recipientes comunicados por su parte inferior”, de donde sale la bien conocida Prensa Hidráulica.
En las áreas destinadas para la disposición de las basuras en los rellenos sanitarios, existen vasos que se definen como: “la porción de terreno con la configuración requerida para recibir deshechos y confinarlos de manera adecuada”. En el caso local de La pradera, están definidos cuatro vasos, a saber: Altair, la Piñuela, Cumbre I y Cumbre II.
También se ha utilizado la expresión “la gota que llenó el Vaso”, para ilustrar situaciones anómalas que sobrepasan los límites que impone la razón natural y las leyes preestablecidas. O sea que hay vasos cuya capacidad ha sido sobrepasada y el contenido se rebosa. También existen vasos que han perdido la capacidad para almacenar porque se han desfondado.
También están los denominados “Vasos de noche”, nombre popular que se le da a las bacinillas.
Aparentemente, a ninguno de estos se refirió el señor Presidente. Es preciso definir con mayor claridad la cuestión del Continente y el Contenido.
Tratando de adivinar a cual vaso se refería el Primer Mandatario, debe analizarse la posibilidad de considerar un “Vaso de la Paz”. Este sería un Vaso absolutamente paradójico porque, por un lado estaría desfondado y por el otro estaría desbordado. Estaría desfondado por la ingente cantidad de recursos que se han depositado en él, semejando al Tonel (sin fondo) de las Danaides; y por otra parte estaría desbordado por la cantidad desaforada de estímulos y gabelas que se han dado a las FARC.
Otro posible Vaso a considerar sería el “Vaso de la Mermelada”, relacionado con la corrupción rampante que campea por el País. En este caso, no vale el criterio de medio lleno o medio vacío, porque es evidente que se desbordó hace mucho.
Podría considerarse, entonces el “Vaso del desarrollo Económico o la Economía”, que a juzgar por el incremento de las deudas y los bajos índices de crecimiento, estaría completamente vacío.
Y así, sucesivamente, podrían analizarse las gestiones de muchos funcionarios, no solo a nivel nacional, sino que también a nivel local
A nivel nacional, se sugiere al lector analizar vasos como el “Vaso legislativo” y el “Vaso judicial”, sin olvidar los vasos ministeriales como el “Vaso de la salud” recordando a las niñas del Carmen de Bolívar, el “Vaso de la educación”, considerando los escándalos como el de la alimentación escolar, el SENA incluyendo los últimos escándalos, y así por el estilo.
A nivel local de la ciudad de Medellín, estarían entre otros, el “Vaso de la Seguridad”, el “Vaso de la Contaminación” y el “Vaso de la movilidad”, aunque ya estén, algunos, desbordados..
Finalmente, unas palabras relacionadas con el alumbrado navideño de las EPM. Ciertamente este año es espectacular, superando los de años anteriores, pero (no pueden faltar los peros) por segundo año consecutivo no se iluminó navideñamente, como se hacía antes, el Parque de la Castellana, que “contaba con vos Federico”.