“Yo tengo una pregunta, ¿está Colombia en una etapa de posconflicto?”. Ese fue el cuestionamiento con el que la liberiana Leymah Gbowee, ganadora del Premio Nobel de Paz por participar en el fin de la segunda guerra civil de su país, puso sobre la mesa el debate sobre la situación actual de Colombia luego de haber firmado el Acuerdo con las Farc.
Gbowee, quien está de visita en el país para asistir a la decimosexta versión de la Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz, que inicia hoy en Bogotá, enfatizó en la importancia de establecer ejes prioritarios en los que el acuerdo se deba implementar de manera inmediata y de atender aquellas brechas que dieron origen al conflicto armado: “Ustedes (los colombianos) tienen que pensar en los medios de comunicación, tienen que pensar en la política y tienen que pensar en lo social. Todos son componentes importantes del proceso de paz, porque todos ellos constituyen la razón por la que empezó la guerra”.
Así también lo consideró Jody Williams, estadounidense laureada con el Nobel de Paz por su trabajo por la erradicación de las minas antipersonal. Williams subrayó que “mientras medio mundo se está fijando en el proceso de paz acá, no están prestando atención a las violaciones de derechos humanos que siguen día tras día en este país. Además, los asesinatos con fines políticos en todo el territorio, eso sigue pasando, pero nadie quiere hablar de eso” y recalcó que “hablar de eso es parte de hacer un camino que vale la pena decir que es un camino hacia la paz”.
“No pueden fingir que no están matando la gente, no pueden fingir que no están violando a mujeres, no pueden fingir que no hay asesinatos con fines políticos, entonces ¿dónde anda el país, en posconflicto como dijo Leymah o así, intentando entender dónde anda?”, cuestionó la estadounidense.
Para ambas galardonadas, la clave está en la construcción de una sociedad civil sólida, “aquí y ahora”, que entienda lo que se acordó en La Habana y cada día ejerza veeduría sobre el cumplimiento de dichos términos.
“Tal vez aquí en Bogotá, porque ustedes no están sintiendo el conflicto, piensan que no se puede alcanzar esta paz mediante la sociedad civil, pero créanme, en esas áreas en que las personas han sido asesinadas hasta en sus propias casas, están tratando de encontrar maneras de que esto funcione”, acotó Leymah Gbowee.
La liberiana concluyó que “el problema con la construcción de sociedad civil es que muchos quieren las cosas fáciles, pero piensen en la historia, en Luther King, en Gandhi, o en Mandela que pasó 27 años en prisión por derrocar el apartheid. Así que, si ustedes quieren seguir luciendo jeans, cargando de un lado a otro computadores portátiles y teléfonos celulares, y el significado de sociedad civil para ustedes es permanecer cómodos, créanme, no van a lograrlo.
Esta es la primera vez que la Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz se realiza en un país latinoamericano. En los últimos años, los ojos del mundo entero se han fijado en Colombia y en el proceso que, entre altibajos, el Estado concluyó con las Farc en La Habana. Es por ello que el Secretariado General de la Cumbre aceptó la postulación hecha por la Cámara de Comercio de Bogotá para que la capital del país fuera sede este año.
La presidente de esa agremiación empresarial, Mónica de Greiff, también asistió al encuentro y explicó que la realización del evento es uno de los grandes aportes del sector privado a la construcción de paz en el país.
“Este es un espacio de reflexión importante, de conocer qué pasa en el mundo, qué han hecho los laureados ante diferentes situaciones y qué nos puede servir”.
Serán 31 los ganadores del Nobel de Paz que hasta el próximo domingo retroalimentarán a los colombianos con sus experiencias, en un diálogo abierto con el público a través de foros y paneles. La Cumbre tendrá una programación alterna dedicada a los jóvenes como gestores del cambio social, en la que podrán participar del programa “Liderar con el ejemplo”, en el que varios de los laureados dirigirán encuentros alrededor del rol de liderazgo que deben asumir las futuras generaciones en el posconflicto. Además, la agenda contiene un variado menú de muestras artísticas y culturales, que incluye presentaciones de Tijax, Los Petit Fellas, Canalón de Timbiquí, Crew Peligrosos y la Orquesta Filarmónica de Bogotá.