Es digno de emular el alcalde de Nueva York Bill de Blasio, su prioridad es procurar elevar a 40 dólares por hora los ingresos promedio de los neoyorkinos
11 años tratando con alcaldes de todo el país he comprobado que sus intereses y gestiones no coinciden con las prioridades que asumen los gobernantes exitosos de ciudades extranjeras. Percibo desconocimiento, desinterés y temor a intervenir la economía.
Convidados de piedra sin liderazgo, todo sucede sin que se inmuten. Aluden a sus pocas capacidades institucionales o funcionales para excusar su cómoda postura de “dejar hacer, dejar pasar”, «laissez faire, laissez passer» del fisiocrata Jean-Claude Marie Vicent de Gournay.
Un país donde sólo crece el clientelismo de la burocracia politiquera, está condenado al fracaso. La inversión estatal decrece 16,8% a (34,2 billones, con 5,5 billones menos para invertir) y el gasto en burocracia crece a 6,3% (149,3 billones), un gobierno de crecimiento mediocre 1,1 %, que atenta irresponsable contra la austeridad.
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Ludwig Erhard exministro y gestor del “milagro económico alemán”, identificó que el rol del Estado es “crear medios idóneos para la funcionalidad del derecho de competencia”, además, “promover e incentivar la autonomía y la responsabilidad del ciudadano en el actuar económico”.
Su política económica es básica: Estabilidad de precios; alto empleo; equilibrio de la economía exterior; crecimiento sostenido y adecuado; inversión e innovación; apoyo a sectores artesanales, servicios, profesionales y pymes; proteger la libre competencia; desarrollar el mercado interior; ampliar el mercado exterior; coordinar tareas económicas y financieras entre la federación y los Länder.
Es digno de emular el alcalde de Nueva York Bill de Blasio, su prioridad es procurar elevar a 40 dólares por hora los ingresos promedio de los neoyorkinos, o la alcaldesa de París Anne Hidalgo, su apuesta total es aumentar el PIB local con políticas de cobertura de guarderías públicas al 80% de los niños parisinos, para mejorar el acceso de las mujeres al sistema productivo y educativo y disminuir índices de violencia intrafamiliar.
El alemán Matthias Herdegen, citado por John Jairo Morales Alzate, afirma que: “El Estado de Derecho, la seguridad jurídica y la economía social de mercado son elementos claves en el desarrollo político, económico y social de una nación. Con ello se convierten en un factor de estabilización de los sistemas democráticos”.
Alcaldes, su primer deber es la economía conforme al 333 y 334 de la Carta, es innegociable el deber de promover el bien común, la calidad de vida y preservar el ambiente sano mediante el ejercicio de tres deberes: la estabilidad política, la eficiencia económica y la equidad social.
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No eludan su participación en la explotación, usos del suelo, producción, distribución, utilización, consumo, prestación de servicios, actividades financieras y bursátiles; actúen en todos los procesos, etapas, unidades y factores para suplir con autosuficiencia local, sin desequilibrios, de la oferta y demanda de bienes y servicios.
Garanticen las libertades económicas con políticas de generación de oportunidades, de pleno empleo, de autoabastecimiento, de seguridad alimentaria, de soberanía energética y de independencia financiera.
Actúen con austeridad, dirijan con responsabilidad, conciten la confianza pública, el orden económico y social e intervengan anticíclicamente, rompan la inercia de ciclos negativos, superen la crisis de inversión, corrijan los desequilibrios, eviten recesos, impidan el déficit fiscal, estimulen el dinamismo feraz.